“Decantar” es el verbo que domina las primeras horas posteriores a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias en Juntos por el Cambio.
“Separar un líquido del sedimento que contiene, vertiéndolo suavemente en otro recipiente”, es la primera definición que el Diccionario de la Real Academia Española le otorga a la segunda acepción de ese vocablo. Y ningún otro término se ajustó tan cabalmente al lunes en que las huestes de Germán Alfaro y de Roberto Sánchez, se ocuparon de curar las heridas que dejó el escrutinio del domingo.
El intendente de San Miguel de Tucumán consagró la lista para el Senado que él personalmente encabeza, pero no la de postulantes para la Cámara Baja, que encabezaban Ramiro Beti, presidente del PRO Tucumán, Ana Paula Quiles, concejala de Bella Vista y esposa del intendente Sebastián Salazar; y Raúl Albarracín, legislador del Partido de la Justicia Social.
El intendente de Concepción consagró la nómina de candidatos a Diputados que él personalmente encabeza, pero perdió la de la Cámara Alta, que lideraba su par de Yerba Buena y correligionario, Mariano Campero.
“Hay que esperar que decante el resultado”, fue la primera respuesta calcada que obtuvo LA GACETA de la consulta a los entornos más próximos de uno y otro jefe municipal, quienes hasta anoche, al cierre de esta edición, aún no se habían mantenido una conversación acerca de cómo encarar la campaña electoral para los comicios generales que se realizarán, exactamente, dentro de dos meses: el 14 de noviembre.
Sombra amarilla
“La reunión va a ser en los próximos días”, es la segunda coincidencia que, con fórmula idéntica, brota desde las intendencias separadas entre sí por 70 kilómetros de distancia. Y por signos políticos distintos (el PJS en la capital y la UCR en la “Perla del Sur”) ahora unidos bajo la sombrilla amarilla de JXC.
La cita inminente, aunque aún sin fecha, se debe a que las llamadas que todavía no hacen los intendentes sí las vienen concretando sus colaboradores de primera línea. Rodolfo Ocaranza, secretario de Gobierno de Alfaro, y Carlos Tarulli, secretario de Servicios y Obras Públicas de Concepción, mantienen las líneas telefónicas abiertas desde el inicio de la campaña. Y antenoche no fue la excepción.
Es que, a 60 días del próximo test electoral, no es poco lo que deben articular las nuevos socios políticos opositores, separados por la falta de entendimientos políticos desde principios de año, cuando empezaron a elaborarse las alquimias para los comicios, y unidos electoralmente desde anoche mediante una salomónica decisión de los votantes.
Por un lado, hay pronunciadísimas disparidades en la “cartografía” de los sufragios. El Este le fue tan adverso a los referentes de la lista Juntos por Tucumán como el Oeste lo fue para los de Juntos para Construir. Y los circuitos del centro de la Capital le sonrieron a Sánchez tanto como los de la periferia a Alfaro.
Eso que parece una armoniosa manera de complementar geografías electorales, en realidad, da cuenta de que no va a ser sencillo que cada cual consiga votos para su contraparte en los respectivos territorios. En términos pedestres, ahora hay que salir a pedir el voto para el “coequiper” en los mismos lugares donde, hasta el fin de semana pasado, se pregonó un rosario de razones por las cuales nunca había que apoyarlo.
Auxilios necesarios
Uno y otro espacio político se han puesto metas que no pueden alcanzarse sin el auxilio de quienes, hasta hace 48 horas, eran los adversarios a derrotar.
La lectura que el alfarismo tendió sobre los festejos de la noche del domingo consiste en que al oficialismo provincial se le puede ganar en noviembre porque sólo cuenta con el apoyo de uno de cada tres tucumanos habilitados para votar. La ecuación es la siguiente: el padrón electoral es de prácticamente 1,3 millón de votantes y el Frente de Todos cosechó casi 473.000, es decir, el 36% de los empadronados.
Para que la performance electoral de la lista de senadores mejore, el intendente de Concepción es el mejor presentador que el alfarismo encontrará desde San Miguel de Tucumán hacia el sudoeste para llevar su propuesta.
De igual modo, el escrutinio le permitió a Sánchez celebrar un empate en el reparto de bancas con el oficialismo provincial. Si la tendencia se mantiene dentro de ocho semanas, serían consagrados como diputados nacionales tanto el intendente de Concepción como la presidenta de CREO, Paula Omodeo. Eso sí, esta segunda banca está quedando en manos de Juntos por el Cambio sólo por 8.000 sufragios de diferencia.
Para conservar ese margen de ventaja, o inclusive para ampliarlo, el mejor copiloto que encontrará el ex campeón de rally, desde San Miguel de Tucumán hacia el este, es el andariego Alfaro.
Nadie es prescindente
La incógnita de la “decantación” tanto en uno como en otro extremo de la ruta 38 pasa por los candidatos de Cambiemos Juntos. La senadora Silvia Elías de Pérez y el diputado José Cano quedaron terceros, pero tienen mandato hasta diciembre. Y considerando la relación de fuerzas con el oficialismo (el Frente de Todos suma el 48% de los votos; y Juntos por el Cambio, el 35%) nada ni nadie es prescindente.
Eso sí: en el alfarismo sólo recibieron llamados de la senadora. Y en lo de Sánchez no olvidan que la división del voto radical que representó la propuesta de los parlamentarios nacionales dejó fuera de carrera a Campero.
Ahí es donde el diccionario plantea el desafío. La primera acepción de “decantar”, por esas curiosidades del español, es “ponderar” y “engrandecer”.
Hay mucho por filtrar y poco tiempo para resolver.