En Tucumán las PASO no sólo ordenaron la oferta electoral de cara a los comicios del 14 de noviembre, sino que también sorprendieron con los resultados finales del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio. En el primero porque los dos grupos terminaron festejando -el manzurismo ganó claramente y el jaldismo impuso al vicegobernador en la lista de candidatos a diputados nacionales- y en el segundo debido al empate político de los intendentes que confrontaron, el peronista Germán Alfaro y los radicales Roberto Sánchez y Mariano Campero. La lista de Alfaro se impuso en senadores y la de Sánchez en la nómina de diputados.
Además, el oficialismo provincial puede festejar que promedió los 50 puntos y fue unos de los pocos que ganaron en el país, donde el Frente de Todos sufrió un duro revés. Un motivo más para que el gobernador, Juan Manzur, sonriera; aunque haya disfrutado venciendo a su adversario interno: Osvaldo Jaldo.
A las dos coaliciones se les presenta, puertas adentro y en virtud de las diferencias internas, el desafío de acercar posiciones y de consolidar los votos obtenidos para asegurarse las bancas proyectadas. En ese sentido cabe mencionar que el peso de las estructuras institucionales de los dirigentes de ambos espacios fue clave para la obtención del 85% de los sufragios totales. Además, fue significativo que se acercara a votar casi el 80% del padrón electoral.