En el baile: qué nos transmite el dos por cuatro

En el baile: qué nos transmite el dos por cuatro

El tango puede ayudar al autoconocimiento corporal y al control de nuestras emociones.

ARTE Y DANZA. El tango es un medio de conexión y de expresión. ARTE Y DANZA. El tango es un medio de conexión y de expresión.

Para los amantes que buscan hacer actividades compartidas, la danza “de a dos” suele recomendarse como una opción para renovar la intimidad.

En la cima de esa lista, el tango se destaca (repetimos: al menos en el imaginario colectivo) por los chispazos que activa.

¿De dónde viene esa intensidad? fue la duda que llevó hasta Franco Nieva, impulsor de “La esquina de Hugo” (Las Talitas), un espacio con esencia de “milonga de barrio” que ofrece clases de tango y café en pocillo.

Según el bailarín, lo que distingue al tango de otros géneros y espacios de expresión es la fuerte carga emocional que porta desde su letra y composición, sumado al contacto físico directo. “No hay una danza parecida en la cual la pareja esté enlazada de esta manera, frente a frente”, sentencia.

Sin embargo, antes que pensar en elementos eróticos, Nieva corrige que la esencia de esa intimidad radica en la posición que mantenemos con “el abrazo” y sentir la energía del otro, sin ningún prejuicio. “Eso permite que podamos conectar en las milongas hasta con personas de las cuales ni siquiera sabemos el nombre o que no nos importen cuestiones como la altura de nuestro acompañante, su perfume, edad ni condiciones similares”, detalla.

Además, si bien es cierto que el acercamiento (torso con torso), la cadencia y el caminar lento pueden hacer maravillas por nuestro sex appeal, esta imagen es apenas un compás en la orquesta completa.

“Esa connotación de erotismo deambula más hacia el poder de la expresividad, las maravillas que hace el conocimiento corporal (algo que se aprende al practicar tango) y los resultados de entender que el contacto profundo y los momentos de intimidad no se limitan a lo meramente genital”, agrega el profesor con 15 años de experiencia en certámenes, eventos y viajes por el extranjero.

A la lista de beneficios para una apuesta (ahora sí exclusivamente romántica), el instructor suma la posibilidad de mejorar la comunicación no verbal con la pareja y potenciar la autoestima al estar inmersos en esa marea de contactos y movimientos conscientes.

En relación a la fantasía de una mujer y un hombre (con una rosa en la boca) ahogados por el deseo de sus pasos, Nieva enfatiza que actualmente hay propuestas de guiado que no son por género e igual portan una gran carga expresiva.

“Me tocó ensayar en varias ocasiones milongas con varones y esa energía de la que tanto se habla se siente igual porque la intensidad y la entrega no va precisamente hacia un sexo determinado sino hacia la danza. También me he abrazado con mi papá y tampoco hubo pudor. Por supuesto, hay gente muy conservadora que aún no acepta esta noción, pero lo que viene es eso: un tango humano”, añade.

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