"Cambio; cambio; cambio". La oferta se reproduce en la city tucumana. Los "arbolitos" pueblan la cuadra donde se encuentran las filiales de los principales bancos en plaza. El dólar informal, la mercadería que se ofrece, pero que no se exhibe, llegó a rozar los $ 186 para la venta, mientras decenas de tucumanos consultaban por montos que se pueden adquirir. Las elecciones suelen ponerle otro ritmo al mercado cambiario, aunque en tiempos de cepo, pocos son los que se arriesgan a desprenderse de sus billetes verdes. Por esa razón, el dólar para la compra (cotiza entre $ 180 y $ 182 por unidad) está en un valor cercano a la punta vendedora. ¿Por qué se da este fenómeno? La gente no quiere desprenderse de sus billetes verdes porque especula que, a medida que pasen los meses, el precio seguirá subiendo, comenta un operador de la city. "Las mesas de dinero informales también necesitan seguir manteniendo negocio y operan en base a volumen, no a precio, hasta tanto vuelvan los valores altos del tipo de cambio", explica la fuente consultada por LAGACETA.COM. Los saltos pueden darse la semana que viene, dependiendo del resultado de la contienda electoral y de la postura que asuma el Banco Central.
Sobre la recta final hacia las elecciones primarias del domingo, el dólar blue subió más de $ 5 en dos días ¿A qué se debe este salto? "Es claro que la incertidumbre previa a las elecciones despierta el apetito por el dólar como refugio ante cualquier sorpresa electoral. El dólar, en sus diferentes cotizaciones ha estado muy demandado en las últimas semanas, sólo que esa fuerte demanda está contenida por las restricciones para comprar la moneda norteamericana", afirma el economista Eduardo Robinson. Por otro lado -apunta el consultor-, se sabe que las reservas de libre disponibilidad están mermando y no son robusta, lo que ante una fuerte emisión de pesos que sobrevendrá si el Gobierno no sale bien parado en las elecciones, la inflación se podrá acelerar hacia fin de año lo que moverá necesariamente la cotización del dólar hacia arriba.
A su vez, si el Gobierno nacional obtiene un buen resultado electoral, podría haber turbulencias en los mercados financieros por las expectativas de que, en la futura composición del Congreso, se avance con leyes como el de reforma judicial y haya más intervencionismo en la economía. "El miedo, se tiñe de verde antes de las elecciones", sostiene Robinson.
La Argentina se ha caracterizado por estos escenarios binarios que quedan registrados en la memoria colectiva de los argentinos y que se presentan cada vez que se aproxima un turno electoral.
Comprar con el rumor y vender con la noticia es prácticamente un mantra en el mercado. El valor de las empresas argentinas constituyen una ganga para los grandes operadores, pero no para los minoristas, que intentan hacerse de una moneda dura, que aguante el ritmo inflacionario. "Es curioso que, frente a tantas restricciones, ahora se exija que un inversor pequeño no puede comprar dólares si no tiene una cuenta nominada en esa moneda", indica un operador de la City.
A sólo días de las PASO, algunos operadores se estarían viendo inclinados a cerrar posiciones en busca de proteger las ganancias de "trading" obtenidas recientemente, en especial con mayor fuerza en el caso de los ADRs, indica el analista bursátil Gustavo Ber. Se reconoce que las primarias otorgarán importantes señales a ser evaluadas por los inversores, ya que permitirán conocer la representatividad de cada fuerza política, y ello podría abrir nuevos escenarios políticos hacia la escala final de las elecciones legislativas de noviembre.
A nivel cambiario, el economista señala que la atención de los operadores sigue concentrada en el saldo diario de las intervenciones del Banco Central a partir de las ventas de reservas que han comenzado a hilarse recientemente. Ellas se combinan con regulaciones también entre los dólares financieros, los cuales acentúan los esfuerzos en términos de divisas, y de ahí que -como es habitual en etapas electorales - se observe un más acelerado deslizamiento en las referencias más libres mientras, en simultáneo, se monitorea el balance de pesos y dólares, puntualiza Ber.
En cinco días hábiles del mes, la entidad presidida por Miguel Pesce lleva vendidos U$S 320 millones y casi U$S 800 millones en las últimas dos semanas. En su cuenta en Twitter, el economista Nery Persichini confirma que hace dos semanas que el Central no puede comprar dólares; más bien todo lo contrario: habría vendido U$S 760 millones en ese lapso. "Mientras tanto, el precio oficial del dólar apenas aceleró su ritmo microdevaluatorio de 12% a 14% anualizado. Perder reservas para no devaluar", escribió.