Aprovecho el espacio que me brinda LA GACETA para dar a conocer y denunciar que la comuna de San Ignacio y Los Pizarro, deposita desde hace años los residuos sólidos urbanos (RSU), en las márgenes del río San Ignacio. Los vierte a cielo abierto (vertedero incontrolado), y contamina de este modo: aire, agua, suelo y el paisaje. Las aguas superficiales son contaminadas por la basura, transportada por el agua de lluvia y volcadas en el río, afectando la cuenca Salí-Dulce. Las subterráneas, lo son por el lixiviado que se produce, que penetran en la tierra y llega a los acuíferos del subsuelo, dañándolos. El suelo es impactado por aceites, grasas, ácidos, detergentes, metales pesados diversos, etc., que contienen los residuos urbanos. La materia orgánica al descomponerse, produce malos olores, gases como metano, dióxido de carbono, etc. Además, esta disposición favorece la proliferación de moscas, de otros insectos y de ratas, que son agentes transmisores y portadores de diversas enfermedades. En nuestra provincia rige la Ley N° 8.177, que regula la gestión integral de los RSU. El artículo 4° prohíbe la práctica que actualmente realiza la comuna a los residuos que recoge de la población. El artículo 5° establece que es competencia de las comunas rurales, la prestación correcta de este servicio público esencial. Los Pizarro es una comunidad rural ubicada en un piedemonte, a 450 m sobre el nivel del mar y rodeada de un ambiente natural único e irrepetible y que debe ser preservado. Por ello, solicito que la Secretaría de Medio Ambiente, como autoridad de aplicación de la ley, haga lo necesario para regularizar esta situación, que tiene que ver con la salud de los pizarreños, de quienes la visitan y del ecosistema donde conviven.
Juan Francisco Segura