Ronda Malembe convoca a la música afroamericana y su variedad de ritmos

Ronda Malembe convoca a la música afroamericana y su variedad de ritmos

El grupo tocará hoy cumbias, guajiras, sayas y muchos otros temas folclóricos del continente .

INVESTIGACIÓN. Los artistas estudian las diferentes músicas latinoamericanas para luego recrearlas fielmente. INVESTIGACIÓN. Los artistas estudian las diferentes músicas latinoamericanas para luego recrearlas fielmente.
28 Agosto 2021

Al son de tambores que evocan diferentes danzas de Latinoamérica, la banda Ronda Malembe viene ganándose el fervor del público tucumano. Cumbias colombianas, guajiras del Caribe, son montuno cubano, saya y tinku bolivianos, landó y festejos de Perú, forman parte del concierto que ofrecerá el grupo hoy a las 21 en Puerto Cultural Libertad, Las Piedras 1.850. La función integra el ciclo Reactivar Escenas, que impulsa el Instituto Nacional de la Música.

Integrado por Martín Sierra, Augusto Rearte, Micky Palomeque, Belén Escobar, Ludmila Bardón, Javier Paz y Rossana Medina, el Ronda Malembe se formó en 2008, en Tafí Viejo. Desde entonces se ha convertido en uno de los más fervientes cultores del arte musical con raigambre en la época de las colonias.

“Estamos tocando mucho afrocolombiano, afroperuano y estamos incursionando también en el folclore uruguayo. También hacemos folclore andino -detalló Sierra-. Tenemos nuestro propio estilo para diferentes ritmos que son propios de Sudamérica. La cumbia y el bullerengue, por ejemplo, son algunas de las expresiones musicales que levantan el clima de la fiesta. Pero además trabajamos con fusiones. Por ejemplo, de una saya o un candombe con una cumbia”.

El vocablo malembe es de origen bantú y remite a una invocación que hacían a sus deidades los afrodescendientes esclavizados en el territorio americano, ante el sufrimiento por los trabajos duros a los que eran sometidos. ¡Ay malembe! es una súplica para terminar con el dolor y la tristeza, pero también significa “ir despacio, en forma suave”. Con el tiempo se transformó en un ritmo musical, con golpes de tambor y danza.

- ¿Cómo les afectó la cuarentena?

- Fue complicado, al principio, y después se convirtió en una oportunidad para llegar al público por medio de videos. Participamos en la fiesta de San Antonio, en Tafí Viejo, y en el Septiembre Musical. Eso nos abrió la posibilidad de tener material audiovisual de primera calidad y poder mostrarnos, cosa que teníamos en vista pero disponíamos de un presupuesto acotado. Por ese lado, fue un beneficio. Por otro, nos complicó el no poder juntarnos ni tocar en vivo. Además, somos siete, y el protocolo por lo general autorizaba de cuatro a seis personas en escena. Ahora que se fue abriendo un poco más, tenemos la posibilidad de proyectar algo. De a poco se va viendo la luz al final del túnel.

- ¿Quién hace los arreglos musicales?

- Compartimos el rol de arreglador. Cada uno suele traer un tema y entre todos lo vamos arreglando. Pero tenemos un director musical, que es Rearte. Es el que nos organiza un poco.

- ¿Tantos ritmos distintos requieren disponer de una gran variedad de instrumentos?

- Sí. Tenemos muchos instrumentos. Charangos, vientos andinos, una gran cantidad de accesorios de percusión, y por otra parte el estudio de cada uno de los ritmos requiere una investigación previa. Buscamos respetar cada expresión musical como se la toca en su país de origen, poniéndole nuestra impronta. Es toda una búsqueda.

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