Pasadas las 23 del jueves, sirenas de bomberos empezaron a resonar por el centro de la ciudad capitalina. Con gran velocidad los camiones se dirigían hacia un incendio; el pedido de auxilio no fue para una casa, ni un edificio. El parque 9 de Julio ardía en llamas.
El incendio se desató en el sector de la calle de Las Palmeras, cercano al Club Lawn Tenis y el ex autódromo. “Recibimos el llamado y acudimos. Fue bastante arduo porque había muchos troncos y, cuando quedan acumulados esos residuos, sumado a hojas y ramas, empieza una combustión que no se ve porque no produce llamas”, cuenta a LA GACETA Daniel Lobo, jefe del cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Miguel de Tucumán.
Había restos de maleza porque allí funciona un centro de compostaje, de la Dirección de Espacios Verdes de la Municipalidad. “Recibimos desechos verdes de los vecinos y los que generamos nosotros, que antes iba a parar a la planta de residuos. Ahora acopiamos ramas y pasto y los procesamos para el compostaje”, dice Valeria Amaya, subsecretaria de Servicios Públicos, a cargo de Espacios Verdes.
Si bien el fuego no llegó hasta el piletón de abono, quemó todo el material listo para ser tratado.
“Estuvimos hasta las dos de la mañana apagando el fuego -describe Lobo-; las llamas superaban los seis metros de altura y trabajamos en conjunto con la Dirección de Bomberos de la Policía. Se utilizaron entre seis y ocho camiones con agua”.
¿Intencional?
Según cuenta el comandante, aún se realizan pericias para dar con el origen del fuego. “La hipótesis más probable es la de un incendio intencional”, afirma. Y Amaya amplía: “había cuatro puntos distintos de origen, según los bomberos. Todo da la certeza de que ha sido intencional; no era pasto seco, las ramas eran de esta semana, no estaban lo suficientemente secas para prenderse así como así”.
“Todo eso se transformó en residuos y hubo que tirarlo a la basura. El césped quedó todo quemado... Tucumán es una tierra bendita y va a volver a crecer, pero el pasto ha quedado muy dañado; hemos tenido la suerte de que no se quemaron los árboles y de que no había cableado”, añade Amaya.
Al ir apagando el fuego, los bomberos se encontraron con humo negro, que da cuenta de que había basura inflamable en el lugar. “Cuando se terminó la llama, veíamos que salía un humo oscuro y eso es de basura, generalmente lo tira el caucho. La rama, en cambio, tira un humo clarito”, explica.
No es el primer incendio en esa zona. “El problema es que se sigue atentando contra el parque 9 de Julio. Seguimos teniendo situaciones de vandalismo y hechos que dan muchísima tristeza en el principal pulmón verde de la ciudad”, concluye la funcionaria.