El típico tucumano “cafetero” sufrirá en las próximas semanas el embate del precio del café a nivel mundial en general, y local en particular. Es que la deliciosa costumbre despuntada como un vicio en tantos bares por las mañanas y las tardes se verá afectada directamente por los efectos del clima en los principales países productores y por las fluctuaciones cambiarias nacionales, ya que se trata de una actividad totalmente dolarizada.
Si bien se estima que no habrá desabastecimiento en los próximos meses, serán inevitables las restricciones y demoras en las entregas de los proveedores mundiales (Brasil y Colombia). Así lo aseguró Daniel Abdelnur, socio-gerente de la empresa familiar Diletto Store SRL, cuya actividad es el tostado, torrado y molienda de café. La firma es la mayor distribuidora a los bares de la provincia, donde por mes se comercializan entre 18.000 y 21.000 kg, y el consumo per cápita oscila entre los 15 y 17 pocillos.
Consultado por la situación en general, el empresario explicó que los fletes internos costaban U$S 400 y pasaron a U$S 8.000. “Se suma también la brusquedad de los incrementos de los precios en origen que no tienen techo, la coyuntura cambiara argentina del dólar, y los gastos aduaneros de importación que son exorbitantes”.
¿Todo se traslada al costo del café?, se le consultó. “Es obvio, ya que el kilo de café aumenta radicalmente porque no se lo puede sostener. Hace tres meses que lo venimos frenando. Pero esta última suba fue brutal, no se la puede sostener. Está previsto para septiembre la nueva facturación, donde el nuevo precio promedio del kilo de café será entre $ 1.950 y $ 2.050 más IVA”.
En consecuencia, según este anuncio, el pocillo humeante de aroma inigualable se incrementará desde un 17% hasta más del 20%. “Tucumán es una plaza fuerte a nivel país en consumo de café, y por eso toda la cadena de comercialización está preocupada y angustiada; es una situación anormal, difícil y complicada por la pandemia. Pero ya la pasamos una vez y esta no será la excepción”, resaltó.
Explicó Abdelnur que en los últimos tres meses los aumentos llegaron al 18%, y que los cálculos son sobre cifras en dólares. “Este porcentaje lo veníamos sosteniendo, y ahora no queda otra que trasladarlos al precio final para equilibrar la balanza”.
“Este ‘mazazo’ llega cuando el escenario económico no se recupera aún de la crisis por la pandemia, que dejó en el camino a muchos bares y empresas y sin trabajo a muchos tucumanos”.
El referente de la Cámara Argentina del Café advirtió que hasta fin de año los precios a nivel mundial podrían subir, y que los proveedores argentinos tratarán de trasladar lo mínimo al costo local.