La oposición considera que la puja en el PJ es bochornosa

¿Cuánto provecho sacará la oposición de la diáspora peronista en las próximas elecciones? La mayor parte de la dirigencia está de acuerdo en que, después de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 de septiembre nada será igual para el oficialismo. Puntualmente porque, más allá del resultado, la relación entre el gobernador Juan Manzur y su vice, Osvaldo Jaldo, será más distante que lo que se percibe ahora. En consecuencia, mirando más a la convocatoria para elegir diputados y senadores del 14 de noviembre hay posibilidades de captar el voto independiente, también el indeciso y, por qué no, el de los peronistas cansados de la grieta interna.

La pecera electoral muestra, por caso, que un 25% de los sufragantes no ha definido aún por quiénes votarán y, por lo tanto, constituyen la base para incrementar el caudal electoral de los espacios que competirán en las internas. En el peronismo, mientras tanto, la grieta no admite grises porque las PASO fueron definidas por el principio de la carrera por la sucesión de 2023. La pelea no tiene tregua.

Manzur encabezó ayer un acto en territorio jaldista, en Trancas. “Me dijeron que Jaldo decía ‘aquí hay dirigentes que yo los engordé’. Se confunde porque los dirigentes no son ganados; no son vacas. Hay que tener un poco de respeto por la dirigencia. Hay algunos compañeros que los aprietan con que le van a quitar los contratos, pero tranquilos que yo les voy a dar los que hagan falta. Aquí nadie va a apretar a nadie mientras Juan Manzur sea gobernador”, arengó el mandatario.

Dirigiéndose al intendente anfitrión, Roberto Moreno, Manzur le dijo que él estuvo desde el primer día a su lado. “Me tocaron momentos difíciles, complejos, en plena pandemia con los hospitales llenos y las salas de terapia intensiva llenas. Cuando más lo necesitaba, el hombre en el que yo había confiado, que le había entregado gran parte de la responsabilidad y el manejo político de Tucumán, el hombre en el que había depositado mi confianza (si, de Jaldo estoy hablando), en plena pandemia, cuando más lo necesitaba me traicionó, se dio vuelta. Empezó a atacarme a cambio de una ambición personal, solo pensando en el 2023. Ambición desmedida, personal, irresponsable. Eso fue lo que pasó”, enfatizó Manzur.

Jaldo no se quedó atrás. “En vez de preocuparse de solucionar los problemas, se preocupa por el color de la manito que estoy usando para mi campaña política. Quiero contarle al gobernador que nuestra mano amarilla tiene el mismo color que el escudo peronista; qué le voy a explicar a usted que ni lo conoce, porque cuando llegó a Tucumán tuvimos que contarle quién era Juan Domingo Perón porque ni lo conocía. No solo eso, tuvimos también que pedirle que se afilie a nuestro partido”, le respondió. Y continuó: “innumerables veces le dije al gobernador que su gestión no estaba funcionando, sobre todo la del ministro de Seguridad que más de una vez le pedí cambiarlo para tratar de encontrar soluciones”. “También le dije que la gestión de Educación era muy mala, pero el problema que tiene Manzur es que su soberbia no le permite escuchar”, expresó Jaldo.

José Cano, actual diputado nacional de Juntos por el Cambio y precandidato a senador por Cambiemos Juntos, indicó a LA GACETA que el gobernador y el vice exponen, de manera brutal, la degradación de las instituciones en Tucumán. “No puedo hacer especulaciones acerca de esa pelea, porque en medio de todo está la gente. Pero me parece patético y lamentable esta disputa que debería generar el repudio de todos los sectores de la sociedad”, puntualizó el radical.

En tanto, el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero consideró que las pujas de poder constituyen viejas prácticas que la sociedad no está dispuesta a seguir tolerando. “Frente a aquellas actitudes, los tucumanos demandan aire fresco, de renovación en la política y, junto con (el intendente de Concepción) Roberto Sánchez y todos los dirigentes que integran nuestro espacio estamos convencidos de que somos la única fuerza con visión de futuro”, acotó el precandidato a senador de Juntos por Tucumán.

Por su parte, el presidente de Fuerza Republicana, Ricardo Bussi, remarcó que su partido será beneficiario de las dispuestas internas en el Partido Justicialista, ya que -según señaló- hubo dirigentes y militantes peronistas que miran a FR como una alternativa a Manzur y a Jaldo. “Hay mucha gente seria dentro del PJ que ve este bochorno que protagonizan sus principales dirigentes. Es una vergüenza que, en medio de semejante crisis, los hombres más importantes de la provincia terminen peleándose sin tomar en cuenta el crecimiento de la inseguridad, del desempleo y de la pobreza”, consideró el precandidato a senador por FR.

Finalmente, Federico Masso (Libres del Sur) señaló que tanto la disputa justicialista como la que se observa en Cambiemos “muestran a la sociedad que la dirigencia de ambas fuerzas están muy alejadas de la agenda que le interesa a los argentinos, en general, y a los tucumanos, en particular”. “Esa población quiere que sus referentes encuentren soluciones a la inflación, a la inseguridad, a los problemas que enfrentan las PyME, en vez de que eleven la discusión con la impunidad con la que se manejan para pugnar, anticipadamente, en las PASO los lugares para 2023”, sentenció el postulante a una banca en la Cámara Alta.