El debate de Juntos por el Cambio: No hubo sangre

El debate de Juntos por el Cambio: No hubo sangre

El debate de Juntos por el Cambio: No hubo sangre

El tácito pacto de no agresión que mantienen los tres sectores que confrontan en Juntos por el Cambio se mantuvo vigente durante el debate de los postulantes a diputado en segundo término. No sólo abundaron en coincidencias, sino que las remarcaron. Se llamaron por sus nombres. Y hasta se dijeron “compañeros” porque los tres son abogados.

Hubo, sí, algunos “tarasconazos”. En el primer bloque, los mordiscones fueron contra el alfarismo. “Somos un espacio creado por tucumanos. Nuestra agenda es tucumana, no está marcada por Buenos Aires y no necesitamos fotos ni bendiciones porteñas”, refirió Paula Omodeo. Se refería a la visita de Patricia Bullrich, que inauguró sedes de Juntos para Construir en los baluartes de Mariano Campero y Roberto Sánchez: Yerba Buena y Concepción.

Alberto Colombres Garmendia fue, de los tres, el más directo. Primero contra el intendente de la Capital. Recordó que en 2008, siendo diputado nacional, Germán Alfaro votó por la “Resolución 125”: las “retenciones móviles” a la exportación de granos que detonó el conflicto contra el campo. Después, ya no sólo fue contra el jefe municipal capitalino, sino también contra Sánchez y Campero. Y le enrostró a Omodeo que su partido, CREO, nació predicando contra las candidaturas testimoniales y contra los representantes que dejan a mitad del mandato el cargo. “Si los intendentes de las listas de ustedes dos no son testimoniales y deben asumir en el Congreso, ¿quién será intendente de sus ciudades?”, inquirió. La respuesta de Omodeo fue que se necesitan caras nuevas para resolver viejos problemas. Pero el “vuelto” lo dio Ana Paula Quiles, cuando le recordó a Colombres Garmendia que “su candidata”, Silvia Elías, se postuló en 2015 a legisladora y luego a senadora, cargo en que asumió. “Fueron candidaturas simultáneas”, esgrimió él. Y sonó la campana.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios