Coincido en plenitud con los conceptos vertidos por Florencio Aceñolaza sobre Malvinas (carta del 10/08) refutando las expresiones públicas de Beatriz Sarlo, quien había alegado la pertenencia británica sobre nuestras islas, desconociendo los antecedentes históricos y geológicos que sustentan nuestros derechos. Solo me permito precisar lo que Aceñolaza señala con acierto sobre el respeto al modo de vida de los malvinenses establecido en nuestra Ley Suprema. En la Convención Constituyente Federal de 1994 se abordó esta temática en su Disposición Transitoria Primera, expresando textualmente, en su párrafo primero, lo siguiente: “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional”. En su segunda parte se afirma que “La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”. Personalmente, pienso que en esa labor de recuperación de soberanía será fundamental restituir en plenitud, en nuestro territorio continental, la vigencia plena del estado constitucional y republicano de derecho, con previsibilidad normativa, seguridad jurídica, vigencia del derecho humano al acceso a la información pública, sin secretismos de ninguna especie, plena independencia e imparcialidad del Poder Judicial en el castigo de todo tipo de corrupción y auténtica justicia social basada en la dignidad del trabajo como derecho y deber inexcusable de todos los argentinos. Ese es el mejor homenaje que debemos brindar a los centenares de argentinos que dieron su vida por ver flamear nuestra enseña patria en Malvinas.
Luis Iriarte