En plena lucha contra la pandemia de coronavirus y ante el avance de la variante delta, distintos países del mundo comenzaron a aplicar el "pase sanitario", una idea que ya se debate en Argentina. ¿Cómo funciona este sistema?
En términos generales, se trata de una credencial o libreta (su presentación varía según el lugar de implementación) que reserva el acceso a determinados lugares públicos -bares, restaurantes, gimnasios, estadios e incluso transporte de pasajeros- sólo a las personas vacunadas contra la covid-19.
Esta iniciativa, que ya fue replicada en Tucumán a través de ciertos proyectos, comenzó a ser usada en Europa hace algunos meses.
Uno los primeros países en instrumentar el "pase sanitario" fue Hungría. Según remarcó El Cronista, el gobierno de Janós Áder impulsó una rápida campaña de vacunación entre su población. Así, comenzó a emitir certificados de inmunidad a partir de marzo. Con estas tarjetas, desde mayo fue posible reabrir hoteles, teatros, cines y los salones de los restaurantes.
Austria y Dinamarca también estuvieron entre los primeros estados europeos en implementar este sistema. En Viena, de hecho, se llevó a cabo una reapertura general a mediados de mayo, a partir de la posibilidad de que los ciudadanos pudieran presentar un certificado de vacunación, una prueba de covid-19 o un estudio de anticuerpos para acceder a hoteles, restaurantes, gimnasios, museos, peluquerías y espectáculos culturales y deportivos.
El pase sanitario comenzó a funcionar en la Unión Europea a partir del 1 de julio. El sistema opera a través de un código flash que que permite comprobar si la persona está vacunada o cuenta con un testeo negativo reciente. De esta forma, se habilita el cruce de jurisdicción y el acceso a lugares públicos.
En total, 33 estados europeos adoptaron este mecanismo, aunque en ciertos lugares -como Francia y Alemania- crecen las protestas entre la población que rechaza tanto las vacunas como este requisito.
La modalidad de funcionamiento varía a nivel interno.
En Portugal se lo requiere para alojarse en hoteles. También para gimnasios y los salones de los restaurantes (aunque sólo los fines de semana y los feriados).
En Irlanda, en cambio, sólo se lo solicita para ingresar a bares y pubs.
En Francia, a pesar del rechazo de un sector de la población, el pase sanitario es obligatorio desde el 21 de julio para el ingreso a establecimientos culturales y de ocio (museos, cines, parques temáticos, festivales y ferias) para más de 50 personas. El gobierno galo anunció la ampliación de este sistema, mientras se apunta a fortalecer el alcance de la campaña de vacunación contra la covid-19.
El pase sanitario también comenzó a ser aplicado en estos días en Italia, donde se solicita esta credencial para entrar a salas de cines, museos y gimnasios, así como restaurantes.
En Alemania y en España, en tanto, las autoridades locales de cada región tienen competencia para establecer las medidas sanitarias.
A pesar de los avances en materia sanitaria, en Israel se restableció de manera parcial el pase sanitario a principios de este mes debido a la propagación de la variante delta. Así, sólo las personas que hayan completado el esquema de vacunación o que cuenten con una prueba de PCR negativa pueden ingresar a lugares y eventos para más de 100 personas, tanto en interiores como en exteriores.
En América, por su parte, la medida comenzó a sumar adeptos. Un ejemplo de ello se da en EEUU. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que el pase sanitario (llamado "llave a Nueva York) será instrumentado de manera progresiva a partir del lunes próximo. Será el primero de los grandes estados del país norteamericano en implementar este sistema.
Por otro lado, el primer ministro de la provincia canadiense de Quebec, François Legault, anunció la inminente aplicación de un pasaporte de vacunación que proporcionará acceso a actividades "no esenciales", como ir a un restaurante o participar de un evento cultural.