Los países que más rápido avanzaron con sus campañas de inmunización contra el coronavirus ya oficializaron sus planes de administrar una tercera dosis, pese a que no hay evidencia científica que lo justifique y cuando Covax, el mecanismo que busca mejorar el acceso de vacunas en las naciones más pobres, consiguió menos del 10% de los suministros previstos para 2021.
Israel, Alemania, Francia, Hungría, Uruguay, Chile y República Dominicana ya anunciaron o iniciaron acciones para sumar una inoculación más, en una lista a la que en poco tiempo se podrían agregar al menos Estados Unidos y Reino Unido, según fuentes gubernamentales citadas por medios locales. La acción es justificada ante la preocupación por una disminución de la inmunidad en aquellos que recibieron el esquema completo de vacunas hace meses y la expansión de la variante Delta, aunque todavía no hay evidencia científica clara que un refuerzo mejore la eficacia contra el virus y sus mutaciones. Ante esta situación y la inequidad en el acceso de fármacos, la Organización Mundial de la Salud exhortó está semana a los países a que suspendan “por lo menos hasta fines de septiembre” estos planes e instó a donar esos inoculantes mediante el Covax para que lleguen a las regiones más atrasadas en la inmunización. Ese mecanismo entregó 188 millones de vacunas a 138 participantes.