A contramano de su glorioso pasado, el presente de la Naranja navega en aguas inciertas desde que la UAR decidió dar de baja el histórico Campeonato Argentino tras la edición 2017. Huérfana de su tradicional competencia, la camiseta naranja subsiste gracias a uno que otro amistoso esporádico y a las participaciones de los seleccionados de seven en Paraná y de los Naranjitas en el Argentino Juvenil. Las posibilidades de recuperar el Argentino -un torneo que se tornó deficitario para la UAR- son escasas, aunque en Tucumán nadie pierde la esperanza.
“En estos años hemos tratado de buscarle la vuelta para que los seleccionados provinciales vuelvan a tener una competencia. Con Córdoba estuvimos en conversaciones para reflotar el viejo Centro de la República, y también se pensó en un torneo de Uniones campeonas del Argentino, pero se hace difícil encontrar lugar dentro del calendario entre las competencias de los clubes”, explica Marcelo Corbalán Costilla, presidente de la URT.
Por mucho que se añoren los años dorados en los que un partido de Tucumán podía abarrotar la cancha de Atlético, la realidad ha cambiado mucho desde entonces, y sería una ingenuidad esperar que algún día se repitan. Sin embargo, Corbalán Costilla no descarta que el futuro traiga un nuevo e interesante panorama para la Naranja. ¿De qué manera? Bajo la forma de una franquicia profesional en la Superliga Americana de Rugby. “Hace un tiempo apareció esta nueva competencia, a la que al principio vimos como una amenaza, y hoy puede ser una de las posibilidades más concretas de subsistencia de la Naranja. Es la mejor opción que se avizora hoy por hoy en el horizonte”, añade el dirigente.
Si bien aclara que no hay nada definido, admite que es una idea con mucha fuerza. “Podrían ser franquicias no provinciales, sino regionales. En este caso, una del NOA, que podría estar compuesta principalmente por tucumanos, pero también con jugadores de Salta y de Santiago del Estero. De esta manera, esos chicos que hoy se están yendo a jugar a otros países para ganar algo de dinero podrían quedarse a jugar acá”, destaca Corbalán Costilla. Por supuesto, es consciente de que una idea tan disruptiva puede generar un fuerte rechazo entre los más conservadores: “hay gente que piensa que algo así mataría a los clubes. No es así. A ningún club se le van a sacar todos los jugadores, y además hoy mismo esos jugadores se están yendo a jugar afuera. Esta sería una opción para que se queden. Además, hay que ser coherentes. Le echamos la culpa de todos los males al profesionalismo y hoy tenemos head coaches y asistentes rentados en los clubes”.