Se duplicó la morosidad en los colegios privados

Se duplicó la morosidad en los colegios privados

En el interior la deuda de los padres llega a un promedio del 50%. La hermana Povalej reclama al Estado que no se hace cargo de los aportes previsionales y por obra social para los docentes.

PREOCUPADA. La hermana Amelia Berta Povalej reconoce que el colegio La Merced está en problemas por la falta de pago del 80% de las cuotas. PREOCUPADA. La hermana Amelia Berta Povalej reconoce que el colegio La Merced está en problemas por la falta de pago del 80% de las cuotas. LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO
07 Agosto 2021

“En tiempos normales, los colegios con baja morosidad afrontan un promedio de entre un 10% y un 15% de incumplimiento. Hoy, esas mismas instituciones soportan entre 30% y 40% de morosidad”, calcula José Monteros, presidente de la Junta Arquidiocesana de Educación Católica. Los colegios privados son caja de resonancia de la situación económica de la sociedad. Ayer la religiosa Amelia Berta Povalej, representante legal del colegio La Merced, señalaba con gran preocupación que en esa institución el 80% de los padres está retrasado en las mensualidades. Asegura que la deuda acumulada en lo que va del año casi está llegando a los $ 10 millones. No sabe cómo va a afrontar los sueldos de los docentes si los padres no se ponen al día.

La morosidad es un problema que los colegios privados vienen arrastrando desde hace tres años, pero que se ha agravado con la pandemia. “Entre los parroquiales (que dependen del Arzobispado) el promedio de padres deudores es del orden del 30%, en la capital este año. Pero entre los colegios del interior de la Provincia el porcentaje llega al 50%”, afirma uno de los delegados episcopales para la Educación, Daniel Nacusse. “El trabajo es un elemento fundamental. En los colegios donde hay padres que trabajan en la administración pública el pago fue más regular. Los más complicados son los que no cuentan con un empleo fijo. Los colegios con familias que se sostienen con el trabajo independiente o que son comerciantes son en general los que más sufren la inestabilidad”, sostiene Nacusse.

La hermana Povalej advierte que a la morosidad se le une el hecho de que el Estado provincial no cumple con los aportes para la obra social ni para los pagos previsionales de los docentes que por ley corresponde, desde hace muchos años. “En nuestro caso, durante el gobierno de Bussi, nos quitaron aportes en el nivel primario, y ahora sólo tenemos cubierto el 55% de los sueldos de la planta funcional. Al hacernos cargo de lo que el Estado no aporta en lo previsional el porcentaje se nos reduce al 30%. Si además los padres no pagan no tenemos cómo afrontar los compromisos de sueldos de los docentes, que es lo que más nos importa. Ya desde el año pasado decidimos que todo lo que entra por pago de matrícula vaya al pago de sueldos, y dejamos de realizar reparaciones en el edificio”, se lamenta.

El colegio cuenta con más de 1.000 alumnas y más de 100 docentes y conserjes. También tiene un plan de becas para hermanas y se da la facilidad de que las cuotas se puedan pagar en cualquier día del mes. Sin embargo, la morosidad equivale a unas 1.800 cuotas de este año, asegura la hermana. También señala que de siete conserjes que llegó a tener solo le quedan dos pagadas por el gobierno, una percibe $ 583, 60 de sueldo y, la otra, $ 314. “Esto es inhumano, por supuesto que el colegio paga un sueldo más digno porque eso no puede ser”, dice.

El próximo problema que deberán enfrentar los colegios privados será el adelantamiento del aumento de sueldo previsto para septiembre pero que debe ser abonado con el sueldo de agosto. Nacusse indicó que ello indefectiblemente llevará pedir al gobierno autorización para que se incremente la cuota de agosto en un piso del 15%, de lo contrario no se podrá hacer frente a los compromisos salariales.

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