El 14 de julio pasado la niña Lucía Lobo (5 años) esperó pacientemente en las puertas del ingenio Ñuñorco a las autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia. Habían ido al lugar a inspeccionar la fábrica. A la salida, la pequeña encaró al subsecretario de Protección Ambiental, Luis Marcelo Lizárraga, y le entregó una caja conteniendo un poco de hollín que había levantado del fondo de su casa. Todo ese desecho industrial había sido despedido en esa jornada por la planta fabril azucarera de Monteros.
“Es esto lo que daña mi salud y no me permite salir a jugar al patio cuando el ingenio muele”, le reprochó la niña al funcionario. Lizárraga había concurrido al complejo fabril con técnicos de su repartición e integrantes de la organización ambientalista “Ave Fénix”, para verificar una denuncia hecha por vecinos acerca de la “lluvia negra” que se desata cada vez que se ponen en marcha los trapiches.
Los perjuicios en la salud de la población constatados son múltiples y graves. Lucía, por caso, padece un problema respiratorio crónico. “Los médicos me confirmaron que esas partículas que emanan del ingenio ingresan a los pulmones de mí pequeña, y son las causantes de los trastornos respiratorios que sufre en esta época” aseguró Hernán Lobo, padre de la niña.
Ayer, Lizárraga evaluó la denuncia y el informe de la inspección en la fábrica, y regresó a Monteros con una conclusión lapidaria contra la fábrica. A partir de esta información, la directora de Fiscalización Ambiental de la provincia, Gladys Susana Meoni, dispuso el cese inmediato de la molienda del Ñuñorco, hoy propiedad -desde 2019- de la firma Yabitel SA.
Notificación
La medida, dictada a través de la resolución N° 124, indica que deberá mantenerse hasta tanto la empresa proceda a la instalación y puesta en funcionamiento de sensores de temperatura en chimeneas caldera, y presente también la declaración jurada de efluentes gaseosos, todo enmarcado en la zafra en curso. “Dentro del plan de mantenimiento auditable solicitado en las inspecciones previas, se deberá indicar cuáles serán las tareas de mantenimiento periódico que la empresa realizará para garantizar la buena calidad de las emisiones durante este año” agregó la disposición.
Lizárraga, luego de notificar ayer al ingenio de la resolución, fue hasta la casa de la niña para entregarle una copia de la medida de la repartición ambiental. “Aquí te traigo la resolución mediante la cual el ingenio deberá parar la molienda; vine simplemente a cumplir con vos. Los trabajadores y los otros vecinos son conscientes de la situación que se vive. Yo espero que nunca más nos veamos por estos temas que son desagradables”, le comentó el funcionario. Lucía, simplemente, repitió: “gracias, gracias”.
Constatación
La medida dispuesta por Medio Ambiente, e impulsada por la fundación “Ave Fénix”, se instrumentó luego de que el organismo constató que las partículas emanaban del ingenio. “Esta situación es incompatible con el correcto funcionamiento de los mecanismos que exigen a las industrias azucareras, a través del artículo 1 de la Ley 7.460, la instalación y puesta en funcionamiento de dispositivos que prevengan la contaminación atmosférica”.
La repartición provincial ya había inspeccionado el ingenio Ñuñorco el año pasado ante una denuncia de contaminación de vecinos. Por entonces, los responsables de la fábrica se habían comprometido a solucionar el problema lo antes posible.
“En 2020 se le contempló el hecho de que hacía poco tiempo que la firma había tomado posesión del complejo fabril. Entonces, se le dio una tregua a fin de que solucione principalmente el problema de emanación de hollín de las calderas. Pero hoy vemos que no se cumplió el compromiso asumido el año pasado”, observó Gustavo Mahmud, titular de “Ave Fénix”.
“No queremos perjudicar ninguna fuente laboral y menos en estos tiempos. Pero sí exigimos a los empresarios responsables que cumplan con la preservación del medio ambiente y la salud de la población. Que no solo piensen en agrandar sus ganancias. Que empiecen a invertir a favor de una producción menos contaminante” añadió el dirigente.
Solución rápida
Por su lado, el intendente Francisco Serra señaló que el cese de la molienda del ingenio era preventiva y que no suponía una ejecución inmediata. “Estamos conversando con los directivos de Yavitel. Ellos se comprometieron a solucionar rápido el inconveniente de los filtros de las chimeneas. Estamos preocupados por este problema ambiental y al mismo tiempo del laboral que puede generar la parálisis total de la fábrica”, advirtió el jefe comunal.
De todas maneras, ayer el ingenio Ñuñorco paró la molienda en horas de la tarde, en respuesta a la disposición del organismo de control del medio ambiente.
“Esto es un problema de gestión, no económico. Lo que se debe instalar no son elementos costosos y se tiene que demostrar que los filtros funcionan a través de un sistema informático, para que nosotros podamos auditarlo en cualquier momento”, explicó Lizárraga respecto de cómo se llega a la solución del problema.
Mahmud, en tanto, advirtió que si Yavitel SA reanuda la molienda sin cumplir con lo dispuesto por la repartición de la provincia será denunciada penalmente. Y advirtió que harán lo propio “con los funcionarios que se constituyan en cómplices de esa probable desobediencia, que sería una violación a una norma que procura preservar la salud pública”.
Cabe recordar que en la zafra azucarera de Tucumán están en plena actividad 14 ingenios, y uno de ellos es el Ñuñorco. Solamente el San Juan está inactivo por distintos problemas que van desde la desidia, la falta de inversión, deudas importantes y trabas legales, a lo que se suma ahora la denuncia de empleados de que la actual administradora está generando el desguace del complejo industrial.