PANTELHÓ, México.- Cientos de indígenas que se identifican con un nuevo grupo de autodefensa emergido entre las montañas del sur de México, saquearon e incendiaron negocios y oficinas de Gobierno en una empobrecida comunidad para protestar en contra de la creciente violencia que azota a la zona.
El estallido, en la apartada localidad indígena tzotzil Pantelhó, en el estado Chiapas, se suscitó a menos de dos semanas de que un grupo de hombres encapuchados, que se hace llamar “El Machete”, tomó las armas en la cercana Chenalhó.
Los líderes han denunciado ataques en los que la Alcaldía es cómplice de la pugna entre los cárteles, y que ha disparado la violencia y los desplazamientos forzados de sus habitantes. Alrededor de 3.000 personas han sido desplazados por la violencia generalizada del crimen organizado y la omisión del Estado mexicano de atender la situación, de acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas.
“Aquí no hay seguridad, no hay paz, no hay tranquilidad, sólo hay miedo, llanto y temor, extorsiones e intimidaciones”, dijo un hombre con el rostro cubierto al leer un discurso ante una multitud el martes por la tarde en la plaza principal de Pantelhó, que también fue vandalizada.
El miércoles, la comunidad, estaba bajo el control de los enardecidos pobladores.
Desde hace más de una década, México vive una ola de crímenes y desapariciones ligadas a las pugnas entre los cárteles de la droga que buscan extender su dominio para controlar la siembra y tráfico de narcóticos y otros delitos como el contrabando de personas y el robo de combustibles.
El 7 de julio, “El Machete” irrumpió en la cabecera municipal de Pantelhó y se enfrentó a balazos con un grupo rival, lo que dejó miles de desplazados de comunidades rurales.
Cansados de la violencia y la falta de acción de las autoridades, decidieron hacer lo que en otras regiones del país, como Michoacán y Guerrero, donde grupos civiles tomaron las armas hace más de una década para tratar de protegerse. Mediante un video en redes sociales, cuatro hombres con armas largas se adjudicaron la irrupción, a manera también de presentación como un grupo de autodefensas. Ese mismo día ingresaron al poblado decenas de militares y policías para mantener el orden, pero fueron emboscados el 8 de julio, con saldo de seis policías y tres soldados heridos.
A mitad de mes, se hizo la presentación pública y oficial de los indígenas tzotziles y tzeltzales de Chiapas, en el sureste de México, quienes formaron grupos de autodefensas.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que está en contra de la existencia de las llamadas autodefensas, y aseguró que detrás de ellas podría haber intereses políticos o de control territorial. (Reuters)