A sus 24 años, Simone Biles es considerada no solo la mejor gimnasta de la actualidad, sino de todos los tiempos. De ella se espera mucho más que del resto, pero a veces el peso de la expectativa es demasiado difícil de sobrellevar incluso para una atleta excepcional como ella. Por eso, la máxima figura de estos Juegos Olímpicos decidió retirarse de la competencia por equipos, una de las categorías en las que aspiraba a medalla, aduciendo cuestiones de salud mental. “Desde que entro al tapiz, estoy yo sola con mi cabeza, tratando con demonios en mi cabeza. Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar”, argumentó Biles, ganadora de cuatro medallas de oro y una de bronce en Río 2016.
En un primer momento, se dijo que la baja de Biles se debía a una lesión. Tras realizar el primer aparato, la barra de equilibro, sin estar a la altura de sus performances habituales, se había retirado para una consulta médica, pero ella reveló el verdadero motivo después de recibir la medalla de plata que se llevó Estados Unidos, quedando la de oro para el Comité Olímpico Ruso. “No fue un día fácil ni el mejor, pero lo superé. Realmente me siento como si tuviera el peso del mundo sobre mis hombros a veces. Sé que lo olvido y hago que parezca que la presión no me afecta, pero maldita sea, ¡a veces es difícil, jajaja! ¡Los Juegos Olímpicos no son una broma!”, publicó en su cuenta de Instagram. “No tengo tanta confianza en mí como antes, no sé si es una cuestión de edad. Estoy un poco más nerviosa cuando estoy haciendo mi deporte. Tengo la impresión de que ya no puedo disfrutar como antes”, confesó Simone, que de todos modos aún tiene cinco pruebas más en la agenda olímpica, todas individuales: all-around, salto, suelo, viga y barras asimétricas.