Todos los virus -incluido el sars-cov-2, que causa la covid- evolucionan con el tiempo. Los virus hacen copias de sí mismos en un proceso denominado replicación, en el cual pueden generarse copias con pequeños cambios. Estos cambios se denominan mutaciones. Un virus que ha sufrido una o varias mutaciones se considera una variante del virus original, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A fines de mayo, la OMS informó un nuevo sistema de denominación para las variantes de interés del coronavirus. Cada una recibió un nombre del alfabeto griego. Lo hizo para eliminar parte del estigma de réplicas asociadas a ciudades y países. Con el nuevo sistema, la variante que había sido notificada por primera vez en Kent, Inglaterra, pasó a llamarse alfa. En tanto, la variante originaria de Sudáfrica se denominó beta. La variante brasileña, conocida como la de Manaos, es gamma. Y la variante notificada por primera vez en la India es delta; hoy, una de las que más preocupa. Recientemente, la OMS elaboró un informe de la relación entre las distintas vacunas y las variantes, que fue replicado por el diario Infobae.
Dos dosis de Moderna o de Pfizer, por ejemplo, sirven en 92,8% para prevenir la hospitalización de la variante Alfa. En todas las otras cepas (beta, gamma y delta), la efectividad de las dos dosis de ambas vacunas fue del 86%. Pero, ¿que se sabe de la vacuna de AstraZeneca? Esta vacuna consta de dos dosis aplicadas en personas mayores de 18 años y su segunda aplicación se indica de 28 a 84 días después de la primera. Su eficacia general ronda el 76% en ensayos clínicos en los Estados Unidos. Esos datos corresponden al covid original. Ahora bien, con el esquema completo, AstraZeneca Oxford es probable que genere protección contra la infección sintomática de la variante delta, con una eficacia informada en estudios del 61% en Escocia y 60% en Inglaterra. Por último, con las dos inoculaciones y en relación al riesgo de hospitalización, la compañía farmacéutica informó que registró un 92% de cobertura en Inglaterra.
El poder de la vacuna Sputnik V es más bajo contra la variante gamma. Así lo informaron científicos argentinos del consorcio Proyecto PAIS quienes comprobaron que en laboratorio los anticuerpos neutralizantes disminuyen hasta tres veces en relación a la respuesta con otras variantes. Afirmaron que es la misma respuesta obtenida en estudios internacionales con las vacunas de AstraZeneca o Pfizer. Con respecto a delta, todavía no se han difundido estudios que hayan sido revisados.