El Ministerio de Salud de Uruguay informó que entre enero y junio el país registró 21.844 muertes, 38% más que las habituales, de los cuales el 22,4% fue a causa del coronavirus, por lo que la enfermedad desplazó a los cánceres y las enfermedades del sistema circulatorio y se posicionó como la primera causa de fallecimiento.
Al inicio de la pandemia, el país vecino había conseguido contener los contagios y decesos. Sin importar la causa de muerte, la cantidad de fallecimientos era 7% menor de la esperada para un año cualquiera.
Sin embargo, a partir de diciembre la cifra comenzó a incrementarse y a partir de abril el número aumentó drásticamente arrojando durante el primer semestre de 2021 un 38% más de fallecidos que los habituales, según indicaron las cifras preliminares del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Si bien las patologías cardíacas, primer motivo de muerte entre los uruguayos en otros tiempos, también aumentaron, la cantidad de decesos a causa de la infección del nuevo coronavirus (22,4%) fue tal que se convirtió en la primera causa de muerte del país.
El coordinador de la Unidad de Sociología de la Salud de la Facultad de Medicina de la UdelaR, Franco González Mora, explicó que "el exceso de mortalidad es uno de los métodos más sencillos para medir el impacto de una pandemia: se compara el recuento de muertes totales por todas las causas con la línea de base de mortalidad esperada".
Entre el primer día de enero y el último de junio en el país hubo 21.844 defunciones, es decir, un promedio de una muerte cada menos de 12 minutos, 6.026 fallecidos más de los que debían esperarse en base al comportamiento de la mortalidad de los últimos cinco años, de acuerdo al cálculo demográfico que controla las variables.
Según informó El País, en cada mes de este año se registraron más muertes que las habituales. En abril y mayo la cifra incluso aumentó más: 76% y 74% más muertes en números absolutos.
Por el contrario, en febrero, hubo una caída del 21% que parece explicarse por una reducción “pasajera” de las defunciones por la covid-19, un desplome de las enfermedades del sistema circulatorio y de los accidentes de tránsito, entre otras causas.
Este “significativo” aumento de muertes hará que los fallecidos en Uruguay superen por primera vez desde que hay registros a los nacidos vivos y que, casi con seguridad, el crecimiento de la esperanza de vida al nacer se detenga e incluso caiga unos meses. Todo esto si la natalidad se comporta como muestra la tendencia y si las estadísticas oficiales, tras la depuración final, coinciden con lo observado hasta ahora.
Hasta fines de junio, la covid-19 seguía siendo el primer motivo de fallecimiento, pero, las cifras volvieron a cambiar y el exceso de muerte comenzó a acercase a valores más próximos a los esperables.
La explicación es que Uruguay aceleró su campaña de vacunación.
Desde hace meses que los científicos insisten con que las vacunas -cualquiera de las que aprobadas en el país para su uso de emergencia (Pfizer, Sinovac o AstraZeneca)- son seguras y efectivas.
Ahora, con las dosis en el terreno han demostrado ser la herramienta más potente para la prevención de muertes.
El área de Vigilancia en Salud de la Población del MSP reportó en junio 1.233 fallecidos a causa del coronavirus.
De ellos, más del 44% no había recibido siquiera una dosis de la vacuna; a un tercio le había sido administrada una única dosis; el 15% había recibido las dos dosis, pero no había completado la espera de dos semanas, y solo el 7% estaba técnicamente inmunizado.