Le robó la bicicleta y la víctima levantó la denuncia al recibir un pedido de disculpa

Le robó la bicicleta y la víctima levantó la denuncia al recibir un pedido de disculpa

Una profesional de Yerba Buena perdonó a un joven de 17 por el delito. En la audiencia todos terminaron conmovidos con la situación.

“Lo hice por una sola razón: una caricia, después de haber recibido tantos golpes, puede generar un cambio”, aseguró Ana Valdivia, una profesional que protagonizó una situación que no tiene casi antecedentes en los tribunales. Al haberle aceptado una disculpa al joven que le había robado una bicicleta, la causa que se había iniciado en su contra por hurto, terminó archivándose por el juez especializado en Niños, Niñas y Adolescentes. Es uno de los casos de la llamada justicia restaurativa que se está aplicando en la provincia con la vigencia del nuevo código procesal penal.

Esta historia comenzó a escribirse el lunes 19. Totalmente aislada por estar enferma con covid, los vecinos de la mujer, que vive en un barrio de Yerba Buena, le avisaron que alguien había ingresado al interior de su casa.

Se levantó y al descubrirlo caminando por el fondo, comenzó a gritar. El adolescente tomó el rodado y saltó a la vivienda de un vecino, que intentó atraparlo. Volvió a ingresar al domicilio de la víctima y huyó por el frente, pero a los pocos metros fue reducido por un grupo de personas. A los pocos minutos llegó un grupo de policías y confirmaron que se trataba de un menor de 17 años.

“No era una bicicleta más. Es increíble, pero se la había comprado mi hijo de 11 años juntando peso a peso que cobraba lavando autos, cortando el césped de los jardines, haciendo mandados y levantando las hojas secas, entre otras tareas que realizaba para parientes y amigos. Por eso tenía un valor importante, no por lo económico, sino por su significado”, explicó Valdivia en la entrevista con LA GACETA.

La audiencia

El martes 20, el juez especializado en NNyA, Federico Moeykens, dirigió la audiencia. El auxiliar fiscal Francisco Galíndez, que actuó bajo las instrucciones del fiscal de feria, Ignacio López Bustos, solicitó la internación del adolescente en el Instituto Roca durante 60 días y pidió que se le dictara una serie de medidas socioeducativas. El defensor oficial Bernardo L’ Erario y la defensora de Niñez Julieta Abaca Diambra rechazaron el planteo.

Antes de fallar, el magistrado hizo que un profesional del Centro de Admisión y Derivación (CAD) leyera las conclusiones de los informes que habían realizado. Los profesionales María Lourdes Fornés Palencia (trabajadora social), Antonia María de la Piedad Manghera y Justina Mothe (psicólogas) y María Dolores Abel Chiarello (abogada) destacaron los siguientes puntos:

- El joven está inserto en una familia que subsiste retirando viandas de un comedor de la zona, pese a que reciben planes sociales que terminan siendo insuficientes para la manutención de la economía.

- Detallaron que la madre y el adolescente vienen gestionando hace más de tres meses su internación en el centro Las Moritas para que reciba tratamientos por los problemas de adicción que padece, sin poder concretarlo.

- Dijeron que el detenido se encuentra atravesando el duelo de su mejor amigo, a quien mataron por una disputa de la que él también fue parte, y a quien supone él podría haber salvado con su presencia. “La angustia de esta situación no pudo ser tramitada por vías simbólicas y lo llevan una y otra vez a intentar tramitarlas por las vías del acto, llevándolo paradójicamente a exponerse a situaciones en las que termina siendo atrapado, golpeado, insultado”, explicaron.

- “La contracara de estas situaciones es la referencia del adolescente a un proyecto de larga data que tiene con otro amigo que eligió mudarse a Neuquén y trabaja en la cosecha. Supone que mudarse allá le permitiría hacer otras elecciones, pero paradójicamente boicotea este anhelo. Se señala la división entre estos dos ‘destinos’: terminar como el amigo muerto o terminar con el amigo que cambió de vida”, sostuvieron.

Cara a cara

El nuevo código permite, entre otras cosas, que la víctima y el victimario estén cara a cara, aunque por el momento sea vía zoom. En esta audiencia, todos pudieron escucharse y hablar. La mujer contó que todos sus padeceres y el menor le pidió disculpas.

Valdivia también hizo uso de la palabra en la audiencia. “Solo me interesa hablar con él y con su mamá. Lo hago desde el lugar de madre y les digo que empatizo con ustedes, que forman parte de una familia vulnerable, y lo sé porque trabajo con ellos y puedo entender lo que están pasando”, indicó. “Acepto tus disculpas, pero quiero que respetes mis derechos y los de mis vecinos. Por eso te pido que no te acerques al barrio”; señaló con la voz entrecortada.

Ya con lágrimas en los ojos, la víctima agregó: “también quiero decirles a vos y a tu mamá que estás a tiempo de hacer un montón de cosas para cambiar tu realidad. A la cabeza sólo me viene una sola palabra: oportunidad. Esto puede revertirse, pueden marcar la diferencia haciendo las cosas bien. Y te lo dice una laburante, una mamá… Sólo quiero decirte que estás a tiempo de todo”.

El fallo

La Dinayf deberá asistir al menor

La causa penal en contra del acusado fue archivada ya que el representante del Ministerio Público Fiscal, al enterarse de las pretensiones de la víctima, decidió retirar el planteo que había realizado en contra del joven. En su fallo, el juez Federico Moeykens resolvió algunas medidas en contra del adolescente. 

La más importante fue dictar una medida de prohibición de acercamiento a la víctima y al barrio donde reside la mujer durante seis meses. También ordenó que la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf) constatar cuáles son los derechos vulnerados del joven (educación, salud y vivienda) para restituírselos, darle asistencia psicológica y que sea rehabilitado de sus adicciones.

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