La interna dentro del oficialismo tucumano amenaza con ponerse al rojo vivo sobre el cierre del plazo para que se conozcan los nombres de los precandidatos a diputados y a senadores.
El dirigente Luis Romano, encolumnado detrás del gobernador, Juan Manzur, consideró que el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, se encamina a sufrir un duro revés electoral. "Será el mariscal de su propia derrota. En las últimas horas, el vicegobernador parece la cantante Rafaela Carra, esperando que lo llamen por teléfono", dijo el referente del Movimiento de Unidad Popular (MUP).
Según Romano, el 8 de marzo, cuando se dio la elección del defensor del Pueblo de la provincia -hecho que marcó el quiebre entre Manzur y Jaldo- se empezó a consumar una traición del vicegobernador. "Sus legisladores pactaron con Cambiemos para imponer el ombudsman. Ese día se envalentonaron, cuando terminó esa sesión cantaban 'Osvaldo Jaldo gobernador'. Ahora el vicegobernador está prendiendo velas para que una llamada telefónica de Buenos Aires lo salve de lo que será un papelón histórico", dijo Romano.
A criterio del dirigente, a Jaldo no le quedará otra opción que la jubilación política. "O el peronismo lo jubila en las urnas, o se acoge al beneficio de la jubilación anticipada bajándose de la interna para evitar una derrota contundente. Esperemos que pueda presentar una lista y tenga una derrota digna en las urnas", señaló Romano.
Los seguidores de Jaldo no quedaron fuera de sus críticas. "Los dirigentes de su espacio saben que llevan las de perder; saben que cuando firmen su aceptación de cargos para ser candidatos estarán firmando también su certificado de defunción política. Por eso ahora han empezado a llamar para pedir salvoconductos en nuestro espacio”, afirmó.