¡Qué barbaridad! O mejor dicho: ¡qué VARbaridad! Si Boca ya venía con el VAR atravesado en la garganta desde la semana pasada, cuando le anularon un gol lícito de Diego González por una falta inexistente de Norberto Briasco, anoche se terminó de armar la bronca cuando el árbitro uruguayo Esteban Ostojich decidió invalidar el tanto de Marcelo Weigandt por un supuesto offside de -curiosamente- el “Pulpo” González, que nadie más vio y que luego fue desmentido por la imagen detenida. “¿Qué cobró?”, se preguntaban todos, incrédulos ante la posibilidad de que se repitiera en el Mineirao la situación del partido de ida, en La Bombonera. Y sí, se repitió: a instancias del VAR, el “Xeneize” volvió a igualar 0-0 con Atlético Mineiro y luego quedó eliminado de la Copa en octavos de final al caer 3-1 por penales.
Fue un injusto final para el equipo de Miguel Russo, que más allá de los tantos anulados había mostrado un poco más de intenciones que los brasileños a lo largo de la serie. Mineiro, el mejor equipo de la primera fase, comenzó un poco mejor y tuvo incluso un inmejorable mano a mano muy bien sofocado por Agustín Rossi, pero luego Boca logró equilibrar el juego y generó algunas situaciones. Hasta que en el segundo tiempo pasó lo inexplicable: el arquero Everson no pudo retener un centro al área de tiro libre de Sebastián Villa y Weigandt aprovechó el rebote para marcar el 1-0, pero tras un largo suspenso, el VAR dijo que la rodilla del “Pulpo” estaba adelantada al partir el centro y que éste había intervenido en la jugada del gol. “Es una vergüenza, dos veces lo mismo. Así no se puede jugar”, protestó Russo. Ya en los penales, Boca tuvo la ventaja de que Hulk fallara el primer penal y Marcos Rojo anotara el suyo, pero luego fallaron sucesivamente Villa, Esteban Rolón y Carlos Izquierdoz. Así, el Mineiro se convirtió en el primer clasificado a cuartos de final, donde se cruzará con el ganador de la llave entre River y Argentinos Juniors. Luego del partido se registraron incidentes en la zona de vestuarios, donde jugadores y dirigentes de Boca se enfrentaron con fuerzas de seguridad, que les arrojaron gases lacrimógenos.