No se dirigen ni la palabra entre ellos y cada cual anda por su lado, defendiendo sus intereses, uno con sus silencios políticos interminables y eludiendo definiciones sobre candidatos y el otro definiendo el armado de una lista para competir en las primarias abiertas del Frente de Todos.
El gobernador, Juan Manzur, y el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, siguen distanciados y se mantienen en sus respectivas estrategias políticas. El primero no revela sus cartas, ni siquiera entre sus colaboradores, a los que mantiene en vilo, incluso hasta aquellos dirigentes cuyos nombres ya circulan como eventuales postulantes a senadores y a diputados.
“Falta una eternidad”, dice el mandatario cuando le preguntan por la presentación de su lista de precandidatos, dando a entender que cualquier cosa puede pasar en materia electoral. O bien que se mantendrá callado hasta que la boleta manzurista sea inscripta el sábado en la Junta Nacional Electoral. O bien hasta que pueda surgir alguna novedad desde el poder central, aunque ayer recibió un respaldo impensado y colateral a raíz de la crisis interna desatada en el Frente Renovador tucumano, la del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación: Sergio Massa. Sucedió porque desde el riñón del massismo se desconoció el respaldo que le dieron referentes locales del FR al presidente de la Legislatura. (ver página 4). El ex intendente de Tigre mantiene fluidas relaciones con el titular del PE; allí deben buscarse las razones del posicionamiento.
Desde el lado del jaldismo están más preocupados por conformar la lista que enfrentará a los elegidos de Manzur, que esperanzados en que finalmente pueda haber una eventual negociación que concluya en una lista de consenso, o de unidad. Si se da la unidad, en buena hora, si no Dios dirá, apuntan en la carpa del vicegobernador.
Ayer, la diputada nacional Gladys Medina, cuyo mandato vence en diciembre, se animó a deslizar en LA GACETA que vencerán en la interna del Frente de Todos si no llega a haber unidad. “Ganaremos”, dijo la esposa del intendente de Banda del Río Salí, por quien Jaldo presiona para que se la integre a la boleta del oficialismo en segundo término. Es la única pretensión del vicegobernador que, por ahora, Manzur ni siquiera parece haber considerado.
El silencio del presidente del PJ, que perturba a propios y a extraños, y su manejo budista de los tiempos, que exaspera por igual, parece ir en línea de cerrar la vía para que la bandeña sea sumada a una lista única. O bien no quiere confirmar a sus cuatro hasta no obtener la autorización nacional. Porque por ahora se trata de “sus” candidatos, sin que se sepa que hayan sido bendecidos por lo menos por Cristina Fernández, de mínima Pablo Yedlin y Sandra Mendoza, que son los que podrían llegar a la Cámara Alta, la que preside la ex jefa de Estado.
En función de esas señales, en el jaldismo estiman que tendrán que ir nomás a la pelea por los votos. Algunos se están animando, y ya quieren la interna; se escucha decir entre los simpatizantes del tranqueño. Más que nada, se animan entre ellos para el tiempo por venir.
Por más que esta semana, antes del vencimiento de la presentación de los precandidatos, pueda haber señales del poder central, hoy la confrontación en las urnas parece inevitable, tanto como el endurecimiento de las posturas de los seguidores de cada lado. Ayer el intendente jaldista de Alderetes, Aldo Salomón, denunció que el PE le retacea fondos a su municipio, al igual que su par bandeño.
Hoy el conflicto podría estallar también en la Legislatura, ya que desde le bloque Lealtad Peronista se tomarían nuevas medidas para exigir la designación de personal contratado para el grupo. Se habla de cartas documento y hasta de llegar a la Justicia.
Mientras tanto, Manzur y Jaldo siguen haciendo recorridas territoriales, invadiendo “territorio ajeno” y recibiendo a autoridades de organizaciones deportivas, vecinales y políticas para reforzar su labor de cara a las PASO. Así es como ayer, por ejemplo, el gobernador anduvo en Tafí Viejo, Monteros y en la sede del gremio municipal; mientras que el vicegobernador recorrió Yerba Buena y recibió a directivos de Concepción y del Frente Renovador.