El Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, encabezó ayer -junto a autoridades de distintos ministerios- una nueva reunión del comité de crisis permanente, que se conformó para monitorear la bajante histórica del Río Paraná.
En el encuentro, se definió la puesta en marcha de diferentes procedimientos estipulados en el Sistema Nacional de Gestión Integral del Riesgo (Sinagir), para contener las consecuencias, como así también un Fondo de Emergencia Hídrica de $ 1.000 millones, para la asistencia de las provincias y localidades afectadas.
De la mesa de trabajo formaron parte la ministra de Seguridad, Sabina Frederic; el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié; y funcionarios de las carteras de Obras Públicas y de Interior,
A través de la coordinación entre los distintos organismos, se analizan escenarios posibles a corto y mediano plazo ante la situación de emergencia por el déficit hídrico en la cuenca del río Paraná.
La mesa le asignó al Sinagir -cuya Secretaría Ejecutiva depende del Ministerio de Seguridad de la Nación- la responsabilidad de centralizar la información técnica oficial, la realización de un análisis integral de la situación y el monitoreo en forma permanente de todos los aspectos que derivan de esta bajante a través del Sistema Nacional de Alerta Temprana y Monitoreo de Emergencias (Siname).
De esta manera se conforman mapas dinámicos de riesgo que permiten planificar con mayor eficiencia las acciones de apoyo y mitigación federal y la toma de decisiones.
A través de diferentes acciones el gobierno trabaja para mitigar las posibles consecuencias sobre la población y el ambiente en las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y Misiones.
En ese sentido, el Ministerio de Obras Públicas a través del Fondo de Emergencia Hídrica, por una inversión de $ 1.000 millones destinará los recursos para trabajos en las tomas de agua sobre el río Paraná y arroyos interiores; la adquisición de bombas y dragados para tomas de agua, adecuación de canales, cañerías de conducción y aducción e impulso, y pontones para tomas temporarias, cuyo relevamiento está haciendo la Prefectura Naval Argentina.
Además, pondrá en marcha un Programa de Emergencia Hídrica que prevé verificar situaciones críticas que se produzcan en el territorio argentino a lo largo de los ríos Paraná, Iguazú y Paraguay, especialmente asociadas al abastecimiento de agua potable y generación de energía eléctrica.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible incrementó la presencia de brigadas y medios aéreos e instalación de sistema de cámaras de detección temprana de humo y calor, debido a que los incendios forestales y de pastizales en la zona del Delta se reproducen en invierno sólo cuando hay bajantes históricas.
Asimismo, implementó el monitoreo permanente de las cianobacterias, debido a que su aumento está directamente relacionado con la bajante y el trabajo articulado con todas las empresas de obtención y distribución de agua corriente para garantizar su potabilidad También con todas las empresas que tratan residuos peligrosos para evitar que las bajantes impongan falencias en el proceso de tratamiento de esos residuos y los vuelquen a los ríos de la cuenca.
El Ministerio de Seguridad diseñó un plan de apoyo para fortalecer el funcionamiento de los potenciales puestos de comando y Centros Operativos de Emergencias en las principales zonas afectadas y que comprende la coordinación con las FFSS para asistencia y logística en la provisión y el traslado de equipos y atención de emergencias en terreno.
La Prefectura Naval Argentina realizará relevamiento y control sobre las tomas de agua y ejecutará acciones sobre el abastecimiento de agua potable, la navegación, el ecosistema y la generación de energía.
La empresa Nucleoeléctrica Argentina (opera las centrales nucleares de Embalse y Atucha I y II) informó la adquisición, entre otras medidas, de tres bombas flotantes a fin de asegurar la refrigeración de los sistemas de las unidades y la instrumentación de las bombas, con el propósito de obtener alerta temprana on-line del comportamiento de las mismas, en el período de bajante extrema. Estos registros se utilizarán para evaluar acciones operativas de las plantas.
La Secretaría de Energía del Ministerio de Economía está realizando compras de combustibles líquidos y GNL (gas natural licuado) correspondientes a la mayor necesidad prevista con un criterio de reserva ante imprevistos.
Asimismo se definió una carga de datos homogénea de todos los organismos participantes, para el diseño de un mapa dinámico de riesgo con el evento especial “Bajante histórica”.
La bajante actual del Paraná es la más importante que está ocurriendo en nuestro país en los últimos 77 años. El déficit de precipitaciones en las cuencas brasileñas del río Paraná y del río Iguazú, y la sequía son factores determinantes. Las bajantes y las crecidas son procesos naturales y cíclicos en cualquier sistema fluvial, pero se transforman en noticia cuando exceden los parámetros normales; esto ocurre hoy. Desde 2019 las precipitaciones en la cuenca han estado por debajo de las medias mensuales de los últimos 10 años.
Como en todo proceso de bajante, se prevé la afectación sobre el abastecimiento y calidad del agua potable, la navegación y operaciones de puerto, el ecosistema, la fauna íctica y la generación de energía hidroeléctrica.
El comité se encuentra conformado por la Jefatura de Gabinete, y los ministerios de Seguridad; Economía; del Interior; Obras Públicas; Ciencia, Tecnología e Innovación; Agricultura, Ganadería y Pesca; Defensa; Ambiente y Desarrollo Sostenible; Transporte; Nucleoeléctrica Argentina; Prefectura Naval y el Servicio Meteorológico Nacional.