17 Julio 2021
En lo que se refiere a los móviles de los homicidios registrados hay un número verde y otro rojo. Los crímenes en situación de robo bajaron casi 30%. Pero se cuadriplicaron los hechos vinculados al tráfico y comercialización de drogas.
Los conocidos como los crímenes de inseguridad, con 21 casos (nueve menos que los 30 registrados el año pasado) marchan al frente de las estadísticas de los móviles de los homicidios registrados en lo que va del año.
“Este es el resultado de la mayor presencia policial en las calles que se consiguió con el programa de cuadrantes de cuadrículas que se está aplicando exitosamente. Los cambios no solo se dieron en lo que se refiere a homicidios, sino también a otros delitos”, aseveró el subsecretario de Seguridad, José Ardiles.
Las estadísticas indican que 12 tucumanos murieron en robos o asaltos, tres menos que el año pasado. Sí hubo una importante reducción en los mal llamados casos de “justicia por mano propia”. De 14 registrados en 2020, se pasó 7.
“No hay política para abordar este problema, y si disminuye es por casualidad, no por alguna acción impulsada desde el Gobierno. Por otro lado lo alarmante es que crecieron los asesinatos en ocasión de robo con empleo de armas de fuego, y este es el dato que habría que mirar con mucha preocupación”, sostuvo el legislador Raúl Albarracín.
Para el especialista en seguridad Federico Agustín Pelli el hecho de que en este semestre se hayan contabilizado dos casos de ladrones abatidos por la Policía (uno más que el año pasado) es una señal que se debe tener en cuenta. “Creo que esta situación se da por dos razones. La primera, los uniformados actúan pensando más en los problemas legales que pueden afrontar que en cumplir su misión. Si es así, no tiene sentido haberlos equipado con las armas que se compraron”, sostuvo.” La otra -apuntó- tiene que ver con la posible tardanza que tienen a la hora de intervenir en los hechos. Sin embargo, creo que tiene más que ver con la llamada imposición de la llamada doctrina Chocobar”.
Por primera vez en cinco años, los hechos vinculados a las drogas pasaron a ocupar el segundo lugar con 16 hechos (hubo 4 el año pasado).
El legislador republicano Ricardo Bussi opinó: “Siento que Tucumán está liberado a los narcos. No hay represión con estos delincuentes. Los barrios del Gran Tucumán están a la merced de estas personas. Y lo más grave es que todos los vecinos saben quiénes y dónde venden, pero nadie hace nada”, opinó.
“Las redes de microtráfico están cada vez más extendidas en barrios populares. El Estado no sólo está ausente, sino que muchas veces opera como cómplice, cuando integrantes de la estructura estatal quedan envueltos en casos de connivencia o participación directa en bandas narcocriminales, como pasó con el caso del personal del Siprosa implicado el año pasado y muchos otros casos más”, opinó Albarracín.
“Hay una lógica que es incuestionable. En tribunales se quintuplicaron las condenas con el nuevo código. No ocurre lo mismo con la Justicia Federal: con un juez, dos secretarios dedicados exclusivamente a este tema y dos fiscales no tienen la misma capacidad. Entonces es fundamental que la justicia ordinaria se haga cargo del narcomenudeo”, sintetizó el legislador oficialista Gerónimo Vargas Aignasse.
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