“Todas las muertes duelen y nos golpean fuerte en este contexto de incertidumbres e indefensión de pandemia, pero cuando se comparte la cotidianeidad con esas personas que nos abandonan ese sentir se exacerba. La comunidad universitaria de la UNT, pero en especial la de la Facultad de Filosofía y Letras, recibió con aturdimiento y tristeza la noticia del fallecimiento del Dr. Luis Marcelo Martino”. Julio Sal Paz, director del Departamento de Letras de la Facultad, sintetizó con ese hondo pesar el impacto provocado por esta pérdida que tanto lamenta la cultura tucumana.
Así continuó Sal Paz la semblanza: “Martino era un apasionado profesor de Latín en la carrera de Letras, investigador del Conicet, poeta local, ferviente guardián de las proyecciones de nuestra cultura, y genuino intelectual interesado en las articulaciones entre la tradición clásica y el mundo contemporáneo. Las muestras de desconsuelo de colegas y estudiantes fueron inmediatas, pero también las innumerables despedidas y los gestos espontáneos que se sucedieron en forma de cataratas en las redes sociales, espacios digitales de catarsis para comentar la desazón, vivenciar una anécdota que lo tenía como protagonista, trazar una semblanza de su figura y rendirle un sentido y justo homenaje hasta convertir su nombre en tendencia”.
“Esas plurales expresiones voluntarias que circularon como réplicas y ecos de su recuerdo reflejan la singularidad de un docente comprometido con la calidad de la educación pública -agregó-, cuyo legado persistirá en los pasillos y aulas del Centro Prebisch donde supo hacer escuela y, con un muy bajo perfil, calar hondo en la sensibilidad de sus discípulos y compañeros”.
Martino formaba parte de una familia arraigada en la cultura tucumana. Su esposa, Ana Risco, es investigadora del Conicet, y su suegro, Gaspar Risco Fernández, fue uno de los filósofos que marcaron la segunda mitad del siglo XX en la provincia. Dos son los libros en los que Martino desarrolló su obra poética: “Remota cercanía” (en coautoría con Ariel Martino, Ediciones del Dock. 2018) y “Poética del alquiler” (Monoambiente Editorial. 2021). También aportó colaboraciones en reseñas, libros y revistas digitales, más los poemas inéditos que posteaba en Facebook.