Una influencer estaba en plena entrevista con un canal de televisión de España cuando fue detenida. Dina Stars, que en Twitter tiene más de 18.000 seguidores y se presenta como “una guerrera”, estaba siendo entrevistada cuando llegaron a su domicilio agentes enviados por el régimen de Miguel Díaz-Canel.
“Yo hago responsable al gobierno de cualquier cosa que me pueda pasar. Me tengo que ir”, dijo en un momento del reportaje la joven cubana, ante la sorpresa de los periodistas.
“¿Te van a detener?”, preguntó la conductora española, dándose cuenta de lo que ocurría. “No lo sé, me dijeron que los acompañara”, se limitó a responder Dina.
“¿Vas tu sola?”, le volvieron a consultar desde el canal de televisión y ella contestó: “No, bueno sí, mis amigos irán detrás. Me tengo que ir”.
El diálogo, que ya se hizo viral, muestra el crítico momento que atraviesa Cuba. Cualquier persona que alce la voz contra el régimen podrá ser detenido u hostigado. Y eso le pasó a Dina, quien en vivo se enteraba que la iban a llevar detenida.
Sin luz, ni medicinas, ni alimentos
Esos problemas se resumen en precariedad económica, escasez extrema y la pandemia del coronavirus en su peor momento en Cuba.
La población sufre largos cortes de electricidad y cada vez le cuesta más encontrar productos básicos, alimentos y medicinas, cuya venta se concentra además en tiendas en divisas a las que no tienen accesos la mayoría de los cubanos, que cobran sus salarios en moneda nacional.
Las acusaciones del gobernante cubano recibieron pronta réplica del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, quien tachó de “grave error” acusar a su país de estar detrás de las protestas, a las que definió como “reflejo” de un pueblo “profundamente cansado” y de “la mala gestión y represión” de las autoridades cubanas.
“Libertad”, “Abajo la dictadura”, “Abajo el comunismo”, “Patria y vida”, “No más mentiras”, “Fuera las tiendas MLC” o “Que se vayan” fueron algunas de las consignas más repetidas en la inédita jornada, en la que se vivieron choques entre los manifestantes y brigadas de defensores del Gobierno que al grito de “Yo soy Fidel” iban llegando a bordo de autobuses a los puntos calientes de protestas.