Por Homero Terán Nougués
13 Julio 2021
SELFIE. Una pareja guarda el recuerdo con la renovada fuente de fondo.
Cientos de tucumanos se acercaron a la Plaza Independencia para ver las remodelaciones y presenciar el acto de inauguración encabezado por el intendente de la capital, Germán Alfaro.
“Quedó muy bien la verdad, limpia con muy buena iluminación que hacía falta”, dijo Pedro, que fue con su mujer y su hija para vivir la inauguración.
COLONIAL. Una niña posa con tucumanos vestidos como en otra época.
Silvia fue otra de las tantas tucumanas que visitó la plaza para conocer las remodelaciones. Luego de dar una vuelta se sentó en uno de los bancos nuevos junto con su marido y desde ahí vivió el evento. “Estamos muy contentos porque ha quedado muy linda. Realmente fue una sorpresa pasar a ver la plaza y encontrarla tan bien”, le dijo a LA GACETA, y afirmó que el detalle que más le gustó fue la iluminación. “También la parte de los canteros, el ‘verde’ me encanta”, agregó mientras escuchaba a la Banda de Música Municipal que era dirigida por Enrique Vera.
ESTATUA. La Libertad de Lola Mora es iluminada por fuegos artificiales.
En una esquina del escenario estaba ubicada la figura de la Virgen de la Merced -patrona de la provincia-, justo delante de la estatua de la Libertad de Lola Mora. En frente del escenario unas 30 sillas ornamentadas con telas blancas fueron ocupadas por los invitados, entre los que había legisladores y concejales de diferentes municipios, diplomáticos de los consulados de Brasil, Italia, España, Croacia y Alemania, y funcionarios de distintas instituciones.
ILUMINACIÓN. Luces led acompañan las tradicionales farolas de la plaza.
La ceremonia se inició a las 20 con la bendición y unas palabras del arzobispo Carlos Sánchez, que pidió que la plaza sea “el lugar de encuentro de los tucumanos”.
“Esto es campaña política, es evidente eso”, comentaba uno de los presentes cuando se inició el acto, como anticipando lo que vendría.
BENDICIÓN. Carlos Sánchez, arzobispo de la provincia, bendice la Plaza Independencia con la imagen de la Virgen de la Merced a su derecha y la estatua de la Libertad de Lola Mora a sus espaldas.
Si bien todos los presentes usaban barbijo, una vez que comenzó el acto las personas se amontonaron en el centro de la plaza dejando un espacio de centímetros entre sí.
Luego del arzobispo, la siguiente en subirse al escenario para dirigirse a los tucumanos fue Olga Paterlini, directora del Instituto de Historia y Patrimonio. “Esta plaza es el gran salón que tiene la ciudad, lo ha sido siempre”, aseguró.
“Esto es una fiesta que emana de un enorme esfuerzo que se inició con un plan orientado a la puesta en valor del paseo histórico. No son estos pocos años de intendencia de Alfaro, sino un proceso que él respetó”, destacó en su discurso.
Por último, hizo referencia a las críticas que surgieron en los últimos días: “muchos sienten que la plaza requiere aún algo mas, ese algo más nos lo va a regalar la naturaleza porque estamos en invierno, se han repuesto especies, y aún falta en el proceso biológico la generación y posicionamiento de la naturaleza definitivamente en la plaza”.
El tercero y último en subir fue el intendente Alfaro. En su discurso fue ovacionado y se emocionó al considerar la inauguración de la plaza como un hecho histórico.
“Este es un momento histórico. Es por eso que me tomé el trabajo de recortar unos artículos de LA GACETA para que vean lo que significa esta manzana”, dijo, y enumeró la inauguración de los edificios que rodean la plaza. “Esto es la historia contemporánea de nuestra provincia, es por eso que tanta alegría me embarga. A partir de ahora aspiro a que sea el espacio de la unidad de los tucumanos”, gritó entusiasmado. “Es la plaza de la familia, no de la grieta”, señaló.
Mientras Alfaro finalizaba su discurso una mujer comenzó a vociferar agravios contra el político y a reclamar por los puestos de trabajo que se perdieron desde el cierre del Mercado del Norte. Los militantes alfaristas presentes acallaron los gritos de la mujer con cantos en favor del intendente.
Algunos fuegos artificiales acompañaron la algarabía popular y se dio por finalizado el acto.
Una vez terminado el acto un tumulto de gente seguía a Alfaro y el personal de seguridad debió formar un anillo de seguridad a su alrededor para protegerlo hasta llegar a su camioneta.
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