La copa que se tenía que jugar en Argentina, pero se trasladó a Brasil, quedó para Argentina. Como casi todos los trofeos que entregaba el torneo. Emiliano Martínez se adueñó del premio al mejor arquero del campeonato, Ángel Di María tuvo su trofeo por ser el jugador del partido y Lionel Messi, sí, Messi ¿cuándo no?, arrasó con todos. Primero levantó el de mejor jugador del torneo, luego el del goleador del campeonato y por último el más esperado, la tan ansiada Copa América que cortó una racha de 28 años sin títulos para el seleccionado.
Y la copa llegó en un momento ideal, no sólo por el estadio y el rival. La Copa que levantó Messi, anoche exactamente a las 23.17, materializó lo realizado por varias generaciones de futbolistas.
Estuvieron Nicolás Otamendi y Di María, representando a una generación que ya no está y que estuvo cerca de cortar la racha. Estuvo Rodrigo De Paul, Emiliano Martínez y Gonzalo Montiel como estandartes de lo que se vendrá. Y claro, el mejor de todos. El que todos querían ver campeón. Al que todos le querían tributar un titulo: Lionel Andrés Messi Cuccittini, ese que se lo merecía más que ninguno.