- Pese a que el fiscal solicitó un informe sobre Rocío y su hermanito, la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf) incluyó los datos de las hermanastras de la víctima de abuso, por lo que se sospecha que el profesional que lo redactó hizo “copie y pegue” con un informe que había sido solicitado por otra fiscalía.
- El documento que estaba fechado el 28 de junio, se presentó el 2 de julio a las 17.30, cuando ya se sabía que la niña había sido víctima de un crimen.
- El informe se realizó con una simple llamada telefónica realizada el 30 de abril. Ningún profesional fue al asentamiento La Chabela para ver personalmente a los niños.
- La profesional no investigó cuáles habían sido las razones por las que Graneros tenía en su poder a los pequeños. Tampoco detalló si contaba con alguna autorización judicial.
- En el escrito presentado a la Justicia, por datos aportados por la detenida, dijo que convivían con tres personas, cuando en realidad eran ocho.
- La profesional de la Dinayf intentó dos veces comunicarse con la mujer que los tenía sin recibir respuesta alguna. Lo consignó, pero no le pareció sospechoso ni, mucho menos, se presentó en el lugar para saber qué estaba ocurriendo. Sí sugirió que podrían realizarse visitas.
- No se adjuntaron certificados médicos para determinar cuál era el estado de salud.
- Se informó que la pequeña estaba bien contenida por la mujer que luego terminaría siendo acusada de su homicidio.
- Sobre el hermanito de Rocío se informó que no se conocía su paradero, pero al mismo tiempo se consignó que Graneros era cariñosa con él.
- Recomendó que se fortalecieran los contactos entre los miembros del núcleo familiar para que se fortalecieran los vínculos.