“El Gobierno sigue tomando medidas sanitarias con su lógica de venganza, prejuicios y resentimiento político. Las restricciones impuestas a quienes regresan del exterior carecen de razonabilidad y son contrarias a la ley. Parecen más un castigo a un sector social o un golpe de efecto para tapar su inoperancia, que una decisión que tenga sustento epidemiológico”.
La definición pertenece al diputado José Cano (UCR), presidente de la comisión de Transporte de la cámara baja, quien adelantó que pedirá la derogación de las resoluciones que limitaron el ingreso de viajeros del exterior a 600 personas por día.
“Cierran las fronteras y cierran el diálogo. No aceptan reunirse con las aerolíneas y abandonan a miles de argentinos a su suerte. Hay previsiones de que muchos de ellos tardarán más de cinco meses en retornar al país con el modelo de restricciones fijado por el gobierno. Además, se toman con sorna la situación al acusar a la gente de irse de vacaciones como si es fuera un delito. ¿Desde cuándo los ciudadanos deben dar explicaciones al Estado de las razones de sus viajes?”, dijo el parlamentario.
Cano calificó al decreto presidencial de inconstitucional. “La Justicia le pondrá límites, pero es intolerable la prepotencia. Mientras hay miles de argentinos varados por el mundo, el ex ministro Ginés González García regresa en primera clase y sin ninguna demora. El kirchnerismo representa la Argentina de los privilegios que debemos derrotar”, concluyó.