En Tacanas el pueblo ora por el docente que le cambió la vida

En Tacanas el pueblo ora por el docente que le cambió la vida

El profesor Gustavo Avellaneda trabajaba en cinco escuelas, de cuatro localidades y en tres turnos, cuando enfermó de covid-19. Hace casi un mes que el docente no tiene reemplazo.

CONOCIENDO LA CIUDAD. El profesor Gustavo Avellaneda junto a sus alumnos en un viaje a la capital.

A los 14 años Jeremías le dijo a su mamá que no iba a ir más a la escuela. Estaba cansado de viajar todos los días ocho kilómetros desde el pueblo de Tacanas hasta la secundaria más cercana, en San Pedro de Colalao. Cristina Mamaní sufrió muchísimo esos tres años que vio a su hijo hacer changas, acarrear leña y aprender albañilería, como toda perspectiva de futuro. “Yo quería darle la oportunidad que yo ni la mayoría de los que vivimos aquí había tenido: poder estudiar”, cuenta la vecina. Hasta que un día de 2018 llegó a la comunidad un profesor desconocido. Hablaba de una escuela mediada por TIC. Nadie imaginaba qué era eso, las 22 familias de ese paraje tranqueño apenas si tenían un celular por casa.

El profesor Daniel Gustavo Avellaneda, de 53 años, vino a cambiarles la existencia. A invitarlos a soñar. “Él nos alentaba a los padres: nos decía van a ver el orgullo que es para ustedes, para sus hijos y para mí que sus hijos egresen”, recuerda Cristina. Desde hace un mes los chicos no van a la escuela 389 de Las Tacanas donde funciona la Escuela Secundaria Rural mediada por TIC (SRTIC), que tiene apoyo de Unicef. El profesor enfermó de covid. Está internado y los chicos de las cinco escuelas donde trabajaba rezan por su recuperación.

Tres días antes de recibir la primera dosis de la vacuna comenzó a sentir los primeros síntomas cuenta su hija Emilia. “Mi papá se levantaba a las 5.30 y a las 6.15 salía hacia Las Tacanas, cada mañana. Desde ahí se iba a la escuela de Comercio de Raco o a la “Salas y Valdez”, en Tafi Viejo, donde enseñaba informática. Por las noches enseñaba en dos escuelas, la Latinoamérica, de Tafí Viejo y la N° 256 de Las Talitas, El Colmenar. Pero él jamás se quejaba ama la docencia”, dice.

“Los alumnos y profesores de las escuelas no dejan de rezar por mi papá”, dice con sereno orgullo. Toda la familia Avellaneda se había contagiado. Fue todo repentino. Hasta estaba pensando en ir a entregar los módulos alimentarios, cuenta su hija. Pero lo frenó Marisa Giuliani, directora de las nueve sedes de la Escuela Rural mediada por TIC, quien le sugirió que se hiciera un test. “Él iba a pedir una licencia por contacto estrecho”, dice. Finalmente Avellaneda no volvió a la escuela ni tomó contacto con ningún alumno. “El 24 de mayo se colocó la vacuna y a los tres días comenzó con los síntomas”, relata su hija.

De las cinco escuelas en la que trabaja, la más “huérfana” de su presencia es la de Tacanas. Allí Avellaneda es docente coordinador, y está en contacto con los 36 alumnos de 1° a 6° año, que asisten en burbujas a la escuela de Tacanas. Un equipo de docentes de distintas materias con sede en la escuela Urquiza de capital envía las tareas en forma remota. El profesor coordinador es tutor y ayuda a los alumnos desde la escuela que está dotada con internet y computadoras provistas por Unicef. El modelo se replica en nueve escuelas sede de la provincia, en zonas aisladas.

Giuliani explica que a los 15 días desde que se enfermó el docente ella pidió su reemplazo y también el nombramiento de otro docente para ayudar en las tareas. Pero los cargos todavía no han sido nombrados. Los alumnos están sin docente coordinador desde hace casi un mes aunque siguen recibiendo tareas por la plataforma Juana Manso.

Los vecinos no olvidan que cuando llegó al pueblo en 2018, Avellaneda les donaba celulares usados y hacía colectas para pasarles datos. Florencia Castañares, de 19 años, aclara que "muchos chicos no pueden hacer las tareas porque no tienen conectividad ni celulares. Ellos iban a la escuela a hacer las tareas y ahora está cerrada". 

Ella le debe al profesor otra forma de mirar al mundo ...: “tengo una hija y ya estaba a punto de abandonar los estudios, pero él me alentó a seguir”. Jeremías, hoy de 21 años, continúa con haciendo changas, pero ha vuelto a la escuela y está en 3° año. “Nadie en mi vida me había hablado así, como lo hizo él”, dice del profesor que le enseñó a soñar.

Escuelas mediadas por TIC: una alternativa con el apoyo de Unicef

Las escuelas rurales mediadas por TIC responden a un modelo promovido por Unicef para lograr el acceso a la educación secundaria en los parajes donde hay población dispersa. Gracias al uso de la tecnología muchos alumnos que antes no podían ir a la escuela por cuestiones de distancia, ahora lo logran mediante la tecnología. Unicef aporta con tecnología y la provincia de Tucumán con los recursos humanos, explica Marisa Giuliani, directora de la Escuela Secundaria Rural mediada por TIC con sede en escuela N° 389 de Tacanas. El profesor Daniel Gustavo Avellaneda (foto) es el coordinador ahora enfermo. “Hizo un trabajo excelente. Enseñó a los chicos a trabajar en forma independiente con la plataforma Juana Manso”, dice. El martes equipos técnicos concurrirán a la escuela para llevar nuevo material a los alumnos.

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