Momentos de angustia e incertidumbre vive un tucumano que quedó varado en Miami, Estados Unidos. Al igual que otros argentinos, al momento de tomar el vuelo que lo llevaría a Buenos Aires le comunicaron que se había cancelado. Desde ese momento comenzó una larga travesía que hasta ahora continúa.
Esta situación se produce tras la decisión del Gobierno nacional de reducir de 2.000 a 600 la cantidad de pasajeros que pueden ingresar al país por día desde el exterior, ante la preocupación por la entrada de nuevas variantes del coronavirus.
"Con un amigo viajamos a Nueva York y California. Era imposible que canceláramos el viaje porque perdíamos todo lo que se había pagado. Llegamos el 4 de junio y el día 26 cuando íbamos a tomar el vuelo de regreso al país, comenzó esta pesadilla", cuenta Juan Pablo Saade, de 32 años, en diálogo con LAGACETA.COM.
El joven relata que esa noche fue interminable. Tras la cancelación del vuelo Nueva York a Buenos Aires. La aerolínea American Airlines le ofreció una conexión Dallas a Buenos Aires, sin embargo cuando iba a abordar el vuelo que lo traería a la Argentina se volvió a cancelar.
"Hasta las tres de la mañana estuvimos en el aeropuerto esperando explicaciones. Nadie nos decía nada. Era una situación desesperante, no sabes qué hacer. Luego de esas horas interminables nos ofrecieron un vuelo a Miami donde se encuentra la mayor parte de los compatriotas varados y aquí estamos desde entonces", sostiene.
Juan Pablo y el resto de argentinos esperan por estas horas una respuesta. No saben cuándo podrán regresar. "La mayoría de personas con las que hablo son de Buenos Aires. Es una situación complicada. Hay una mujer embarazada de 32 semanas o personas que se les está acabando la insulina. Es grave", remarcó.
El joven rechaza las críticas de quienes consideran que conocían los riesgos a la hora de viajar. Califica como una burla que muchas personas digan que se "quedan un mes de vacaciones".
"Uno viaja con un presupuesto ajustado. No tengo plata para quedarme 31 días más. La vida aquí es muy cara. Además, el tipo de cambio no nos favorece, tenemos que pagar un 30% del impuesto país", añade.
El tucumano cuenta que actualmente se encuentra alojado en una casa de unos amigos venezolanos que le brindaron su ayuda. Además, destacó la solidaridad de los argentinos radicados en el sur de la Florida.
"Lo que rescato es la solidaridad de la gente y de los argentinos que radican en Miami. Cuando me encontraba en el aeropuerto hablando con otro compatriota nos dio su teléfono y se puso a disposición. Es un gesto que se valora mucho", contó.
A más de 6.058 kilómetros de distancia, Juan Pablo no pierde las esperanzas de reencontrarse pronto con sus seres queridos y que esta pesadilla acabe lo más pronto posible.
"Todos los días estamos pendientes de los vuelos. Cada 72 horas hacemos un PCR por si se adelanta la repatriación. Hasta el momento nos dijeron que en agosto podríamos volver, pero no se sabe. Mucha gente que regresa es porque puede pagar vuelos de 1.000 dólares. Es triste lo que pasa en Argentina", concluyó.