Tras el escrache en un restaurante, la Justicia decidió que Alberto Samid siga en prisión domiciliaria pero ordenó revocar las salidas laborales a las que podía acceder.
El empresario de la carne está condenado por evasión impositiva y, por acusar problemas de salud, accedió al beneficio del arresto domiciliario, el cual vulneró el pasado 21 de junio al ir a almorzar a una parrilla de Ramos Mejías, en provincia de Buenos Aires.
El voto fue unánime. Las autoridades Diego García Berro, Ignacio Carlos Fornari y Luis Gustavo Losada votaron para que Samid continúe en su casa, pese a que el fiscal del caso Gabriel Pérez Barberá había solicitado que se le revoque la prisión domiciliaria en base a lo sucedido en la semana pasada.
Permanecerá detenido en su domicilio, en Avenida de Mayo al 1000 en la localidad de Ramos Mejía. No obstante, no podrá hacer uso del derecho adquirido en 2020, por lo que no tiene permitido salir a trabajar. Al mismo tiempo, se estableció que el imputado usará una tobillera GPS, ya que hasta el momento se lo controlaba con un dispositivo de vigilancia diferente.
El empresario fue condenado a cuatro años de cárcel en una causa por asociación ilícita que se encuentra bajo revisión de la Corte Suprema de Justicia. Su prisión domiciliaria se le concedió en junio de 2019 y un año después se lo autorizó a trabajar los lunes, miércoles y viernes de 09:00 a 13:00 horas en el Mercado Central. Sin embargo, de ahora en más permanecerá detenido en su hogar.