Tragedia en Miami: equipos de México e Israel se suman a las tareas de rescate

Tragedia en Miami: equipos de México e Israel se suman a las tareas de rescate

Trabajadores entrenados en la guerra y en desastres naturales recorren los restos del edificio que colapsó en Miami.

Tragedia en Miami: equipos de México e Israel se suman a las tareas de rescate
28 Junio 2021

MIAMI, Estados Unidos.- Los israelíes fueron entrenados debido a la guerra. Los mexicanos, por los desastres naturales. En ambos casos, se trata de equipos de búsqueda y rescate altamente capacitados, que se sumaron ayer a los grupos de bomberos locales y otros expertos que peinan, en busca de sobrevbivientes, la montaña de escombros frente a la playa de Surfside, donde parte de una torre de 12 pisos colapsó el jueves.

En el derrumbe, que se llevó 55 de los 130 departamentos de Champlain Towers, murieron al menos nueve personas y aún hay alrededor de 150 desaparecidas, entre ellas, dos familias argentinas y otros dos compatriotas que habían viajado solos.

Muchos miembros del equipo que trabaja en el condado de Miami-Dade ya tienen experiencia en el extranjero, especialmente durante un devastador terremoto que azotó Haití en 2010. A ellos se les sumaron los colaboradores de dos países a los que la población de Miami se siente vinculada. El área de Miami, que alberga importantes comunidades judías y latinoamericanas, que pidieron especialmente la participación de estos equipos. Las sesiones informativas oficiales se imparten en español y creole haitiano, además del inglés. Entre los desaparecidos hay familiares de la primera dama de Paraguay.

“Conseguimos que viniera un pequeño equipo de Israel. Muchas de las familias que tienen seres queridos desaparecidos querían eso”, dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en una conferencia de prensa.

Más de 20 de los desaparecidos tenían vínculos con Israel, según Maor Elbaz-Starinsky, cónsul general de Israel en Miami.

Los “topos” de México, que ganaron fama por su trabajo entre montañas de escombros en desastres en todo el mundo, incluidos los ataques de 2001 al World Trade Center en la ciudad de Nueva York, son tratados como héroes en su país. Al día siguiente del desastre ya estaban en terreno, en Florida.

Los “topos” se formaron como un grupo voluntario de búsqueda y rescate después de un terremoto que devastó la Ciudad de México en 1985. Sus tareas de salvataje en el barrio de clase trabajadora de Tlatelolco, donde había habido una mala respuesta del Gobierno, tuvo proporciones épicas.

Desde entonces, se les conoció como trabajadores intrépidos, que arriesgan sus vidas para ayudar a otros y viajaban por desastres naturales a países tan lejanos como Haití, Nepal y Filipinas.

Después del terremoto de 2017 que fracturó partes de la Ciudad de México, llevaron a cabo su trabajo ante cientos de personas que se reunieron alrededor de edificios destruidos. Se los reconoce de lejos por sus trajes enterizos y cascos brillantes, y los reciben con aplausos cuando llegan a una escena y la multitud sigue sus tareas con atención.

Hasta ayer, la cifra de muertos por el derrumbe en Florida se había elevado a nueve y las autoridades dicen que esa cifra seguirá aumentando, aunque albergan esperanzas de que algunas de las 156 personas no localizadas pudieran estar vivas. “Toda la gente que se necesita está en el lugar haciendo su trabajo”, indicó la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.

La búsqueda sigue con la ayuda de perros, sonares, drones y escáneres infrarrojos, mientras se espera que las personas puedan sobrevivir en las bolsas de aire que pueden haberse formado entre los restos de materiales de construcción.

Un incendio bajo los escombros, que emitía un humo espeso y dificultaba el trabajo disminuyó. Cavaron una zanja para separar las zonas de escombros humeantes de los otros restos, y los rescatistas están utilizando túneles para ingresar.

En una valla cercana al lugar se colocaron fotografías de los desaparecidos, junto con flores y mensajes. El sábado, los familiares rezaron y mantuvieron una vigilia silenciosa en una barrera erigida en la playa por las autoridades a varios cientos de metros al norte de la obra. Algunos residentes permanecen en el edificio hermano del que se derrumbó, donde se emitió una orden de evacuación voluntaria porque no se encontraron probemas evidentes en en esa otra construcción. (Reuters)

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