La líder de Fuerza Popular (FP) y candidata presidencial, Keiko Fujimori, anunció que pedirá al presidente Francisco Sagasti que auspicie una auditoría a cargo de la Organización de Estados Americanos (OEA) del escrutinio del balotaje en el que quedó detrás por escaso margen del candidato de izquierda, Pedro Castillo.
El anuncio de la candidata se conoció en medio de un escándalo público surgido cuando se difundieron grabaciones de llamadas telefónicas en las que Vladimiro Montesinos, el encarcelado exasesor del expresidente Alberto Fujimori, padre de Keiko, aparece pidiéndole al dirigente de FP Pedro Rejas Tataje "echar un poco de gasolina", es decir, sobornar, a miembros del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para volcar el conteo a favor de Keiko.
La aparición de los audios provocó el relevo de cuatro oficiales del Centro de Reclusión de Máxima Seguridad (Cerec), confirmó el Ministerio de Defensa, de acuerdo con un reporte del diario La República.
El principal despedido fue el jefe del Cerec, capitán de navío Víctor Murguía Silva, además de tres oficiales de guardia asignados para este mes.
A través de un comunicado, Defensa informó que Murguía Silva fue el encargado de elaborar el informe preliminar, según el cual solo se habían producido dos llamadas de Montesinos desde la Base Naval del Callao.
Sin embargo, el diario online IDL Reporteros reveló ayer que Montesinos hizo en total 17 llamadas desde la Base Naval a su contacto Tataje.
Keiko le restó importancia al contenido de los audios y consideró que son utilizados para "distraer".
"Esto está armado de manera burda, de manera 'cantinflesca'", dijo Fujimori, quien además considera que tienen la intención de impedir que se siga "defendiendo que se respete" el voto de los ciudadanos.