“Pintada digital” es la iniciativa que lleva adelante un dirigente opositor en Juan Bautista Alberdi para que las consignas políticas que acostumbran poblar las paredes sólo sean visibles en el teléfono celular.
La práctica consiste en pedirle autorización a un frentista para usar su muro. Se lo pinta todo de blanco. Se le agregan consignas indicadoras de que está “Prohibido fijar carteles”. Y en un extremo se coloca un acrílico pequeño que exhibe un código QR. Cuando se lo escanea con cualquier teléfono inteligente, aparece en la pantalla la imagen de cómo quedaría la pintada partidaria.
“La iniciativa me surgió como ciudadano. Me da la impresión de que a veces muchos dirigentes se olvidan de que esa es nuestra primera condición. Y ahora, cuando la interna del peronismo tucumano está en ebullición, me di cuenta que estoy harto de ver la ciudad contaminada visualmente por las pintadas políticas. Y eso incluye a las de mi partido”, describe Miguel López Ibarra, dirigente del PRO.
Junto con otros militantes, decidieron poner en práctica la alternativa a la pintada tradicional, justamente, en los muros de una esquina que ellos habían “ensuciado” (dicho así por el propio López Ibarra) en las campañas de 2019. “Hablamos con el dueño y cuando obtuvimos el permiso limpiamos el entorno, hermoseamos el espacio verde y pintamos de blanco el muro. Después fijamos el código QR. Con la pandemia, su uso se ha popularizado: lo usan hasta los bares para que los clientes puedan acceder al menú. Y una vez que el teléfono inteligente lo leyó, te aparece en el teléfono la foto digital de la pintada”, detalló.
Acción y reacción
Ya sea Alberdi o cualquier ciudad de la provincia, toda recorrida tiene un elemento común, dice López Ibarra. “Se ven pintadas no sólo actuales: hay algunas de 2011, inclusive. Nadie se encarga de limpiarlas. Calculo que un poco por desidia y otro tanto por eso que llaman como ‘el folclore de la política’. Pero sólo quitan una pintada para poner otra encima. Eso se tiene que acabar: no porque me parece a mí solamente, sino porque los vecinos quieren que se acabe. Está esperando que demos el ejemplo. Y a la solución la dan las nuevas tecnologías: los dirigentes podemos tener nuestras pintadas digitales y los ciudadanos pueden tener sus paredes limpias”, aseveró.
López Ibarra, precisamente, subraya que la nueva política también debe darse en los niveles más simples: reemplazar las metodologías arcaicas de las viejas técnicas públicitarias con nuevas tecnologías es una manera de conseguirlo, ratifica.
A la vez, advierte que la “pintada digital” también le sirve al proselitismo. “En los pueblos, mucha gente no tiene problemas con un partido, pero sí con algún candidato y no quiere su nombre en la pared”, ejemplificó.
Según el dirigente macrista, la reacción entre los vecinos ha sido alentadora. “Ya hemos recibido pedidos de vecinos que quieren que intervengamos sus muros, porque para ellos resulta conveniente. ¿No debiera tratarse de eso, en definitiva, la política?”, se planteó.