Las estrategias del manzurismo y del jaldismo se van transparentando a medida que avanza el cronograma. La distancia entre Juan Manzur y Osvaldo Jaldo entrará ya en el cuarto mes y cada uno parece enfocado en seguir con la construcción de sus espacios. Como en una partida de ajedrez, mueven sus piezas en un tablero que quedó tambaleante tras el inédito quiebre. Los sectores mayoritarios del oficialismo y de la oposición no pudieron por el momento llegar a los consensos mínimos para lograr la unidad. Los partidos siguen con atención el calendario, a 16 días de la fecha límite para el reconocimiento de alianzas (14 de julio) y a 26 de la presentación de listas para las PASO (24 de julio).
En el entorno de Manzur afirman que está cumpliendo con el propósito planteado: “dejar sólo en el ring a Jaldo”. El gobernador decidió no confrontar directamente con su ex compañero de fórmula, pero sí mediante gestos. Creen que fue un acierto que el mandatario siga con la agenda enfocada en la campaña de vacunación y en las obras públicas.
A esto se suma el respaldo nacional que recibió Manzur en los últimos días y que incluyó hasta al presidente, Alberto Fernández. De acuerdo con algunas versiones, no habría sido el único. El mandatario habría comentado ante un pequeño grupo de dirigentes que se habría reunido unas semanas antes con la vicepresidenta, Cristina Fernández. Habría sido durante un viaje relámpago a Buenos Aires. Sería el segundo durante este año o al menos, del que se tiene noticias. Al primero lo había hecho público el ministro del Interior, Eduardo De Pedro, en mayo, durante una visita oficial.
La pandemia también habría sido el tema en esta nueva oportunidad. Manzur también habría revelado a su entorno una infidencia del último encuentro con el Presidente. Habría comentado que Fernández le habría expresado su deseo de venir para encabezar los festejos por el 9 de Julio. Comentó que le habría recomendado no exponerse a posibles aglomeraciones, que pueden llegar a darse en un acto, si es que la situación sanitaria sigue complicada y por eventuales manifestaciones impulsadas por la oposición. La posibilidad, entonces, sería participar de manera virtual. Manzur habría adelantado, además, que se pondrá el traje de vocero de los gobernadores nuevamente el jueves, porque encabezará un almuerzo con sus pares y el mandatario nacional.
Si bien aún no hay definiciones, los nombres de posibles candidatos a diputados y senadores bullen en los pasillos del poder. En las distintas especulaciones, varían los lugares y las Cámaras. Se da por descontado que será un mix que incluirá el criterio de Manzur y los pedidos de la Nación. Descartan, al menos por estas horas, que el jaldismo pueda tener injerencia
Los últimos spots dan voz a quienes serían número puesto para el Senado: Pablo Yedlin (cuyo mandato vence) y Sandra Mendoza. En el caso del diputado, no sólo tiene consenso local sino también del kirchnerismo: consideran que el parlamentario tuvo un desempeño sobresaliente en la comisión de Salud y en la defensa de las políticas nacionales. En cuanto a la legisladora, su inclusión “en un lugar salible” habría sellado el acuerdo para que el orellanismo pase al manzurismo.
Hay otros dos dirigentes que comenzaron a ser mencionados: el diputado Carlos Cisneros y el subsecretario de Relaciones Institucionales, el camporista Alejandro Melo. Quienes advierten sobre la posibilidad de Cisneros, refieren a que ha tomado un protagonismo marcado a la par de Manzur y que el ambicioso plan de obras para las comunas tendrá la participación clave de la Caja Popular. Otras alternativas que suenan son la ministra de Gobierno, Carolina Vargas; el legislador Gerónimo Vargas; el ministro del Interior, Miguel Acevedo y la concejala Sara Assán.
En el Ejecutivo se especula que el Gobierno nacional podría pedir por el gerente regional de la Anses, Marcelo Santillán; por Melo; por el funcionario de la Anses, Jesús Salim; por la ex senadora Beatriz Rojkés; por la dirigente sindical Marieta Urueña; por la ex legisladora Silvia Rojkés o por la senadora Beatriz Mirkin. Si bien él no se ha manifestado al respecto, la dirigencia cree que Manzur podría postularse como suplente para el Senado.
En la Cámara, Jaldo sigue llevando adelante una agenda propia, con la mirada puesta en 2023. El vicegobernador recorre el interior, acompañado por sus dirigentes. Este fin de semana, protagonizó varias actividades en Famaillá.
De acuerdo con fuentes cercanas, la intención del jaldismo sería impulsar una tregua con el manzurismo hasta que pasen las elecciones. No estaría en los planes confrontar en las urnas, sino por el contrario, apoyar la campaña. El objetivo ideal, confiesan, sería poder lograr que la diputada de ese sector, Gladys Medina, pueda ir en la lista y renovar eventualmente su banca. Ya habría algunas pistas que darían cuenta de la “bandera blanca”: que se haya frenado el tratamiento del informe del ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, y que no esté en los planes insistir con la mayoría de los proyectos vetados por el gobernador.
Tras un cruce de cartas documento, también se habrían retomado las negociaciones por los contratos dados de baja. Estaría en carpeta un gesto de Jaldo para la Nación: se avanzaría con el pedido de destitución contra el juez Juan Francisco Pisa por su desempeño en el caso Tacacho. Una de las presentaciones es impulsada, precisamente, por el colectivo de Mujeres del Kirchnerismo y el partido Kolina.
Movimientos opositores
En Juntos por el Cambio (JpC), tratan de avanzar en la conformación de un frente numeroso. Por las manifestaciones de los protagonistas, sería casi un hecho que Fuerza Republicana (FR) quedaría fuera del armado. En cambio, en la última reunión de la mesa, se aprobó el ingreso de los partidos CREO, Republicanos Unidos (de Ricardo López Murphy) y Participación Ciudadana (integrado por referentes del intendente Mariano Campero).
Los mayores movimientos se dieron en el radicalismo y en el PRO. En cuanto a la UCR, el sector de Campero-Roberto Sánchez tuvo la visita de Alfonso Prat Gay, quien manifestó la necesidad de que el armado incluya a todas las vertientes posibles. Afirmaron que seguirán intentando ampliar la base del acuerdo y que continúan conversando con el bussismo.
En cuanto al PRO, su presidente Ramiro Beti y el ex legislador Alberto Colombres Garmendia estuvieron en Buenos Aires y participaron de reuniones clave con figuras como Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. De acuerdo trascendió, si bien pretendían un frente amplio, tomaron en cuenta los reparos de los socios políticos a la hora de sumar fuerzas. Consideran que habrá un escenario de internas y no descartan ninguna posibilidad.
La cuestión es que hay varias discusiones internas que esperan que se definan antes de cualquier determinación: ¿Campero- Sánchez irán con una nómina propia o irán con José Cano-Silvia Elías? ¿Germán Alfaro estará por fuera o por dentro? ¿Qué pasará con los dirigentes macristas que trabajan con dirigentes de otros espacios? Hay un segmento que pretende acordar con Cano-Elías; otro que ve con mejores ojos sumarse al conjunto de los intendentes y FR y un tercero que se entusiasma con una lista propia. En este último caso, la idea es sumar caras nuevas y combinarlas con las que están ya instaladas. Por lo pronto, la asamblea del partido autorizó ayer a las autoridades a suscribir las alianzas que evalúen convenientes.
Mientras, Alfaro sigue siendo una incógnita para la oposición. Es un secreto a voces que no estaría interesado en jugar una PASO dentro de JpC. En sus últimas declaraciones, dejó entrever que está más cerca de participar por afuera. En resumen, dijo que no estará con Manzur ni con Jaldo ni con Bussi. Advirtió que la gente está agotada de ellos, pero también de algunos disidentes. “Creo que soy la mayor fuerza de la oposición y la de mayor estructura. Puedo conducir este proceso y seguimos con los mismos que vienen hace seis u ocho elecciones siendo candidatos a diputado, senador o gobernador”. Un mensaje que resonó en JpC.