Es profesora de inglés, denunció acoso y le pide a la Justicia que no archive su caso
Florencia es profesora de inglés, como Paola Tacacho, y denunció acoso ante la justicia, como lo hizo también la joven asesinada en octubre del año pasado. En una entrevista con “LA GACETA Central”, la víctima pidió que no se archive su causa y relató varios episodios que le generaron inseguridad y temor.
En febrero de este año, la profesora aceptó el pedido de una conocida: dar clases particulares a un joven. “Me pidió que tomara como alumno a una persona de su confianza”. Contó que llegó a concretar solo una clase “on line” el 18 de ese mes y que el estudiante “tenía el número de WhatsApp como único dato personal”. “Al otro día, esta persona se presenta en mi domicilio pidiéndome el piso de mi departamento para entregar un material, de acuerdo a lo que habíamos trabajado. Por supuesto, no le di y me asusté porque no entendía de dónde había sacado la dirección”, rememoró.
Ante esa situación, la educadora decidió suspender la práctica por miedo, aunque “él insistiría varios días” con mensajes a través del celular. “Me llamaba de seis números de teléfonos distintos”, agregó. “Después, insistió en que quería pagarme la (única) clase. Me envió fotos para mostrarme que estaba en cajeros cercanos a mi domicilio. Me decía que quería darme el dinero personalmente porque tenía dificultades para hacer la transferencia. Luego, me increpó por WhatsApp por qué no lo quería atender”, explicó. Ahí, le pidió que dejara de llamarla, que dejara de hostigarla y que no le pagara la clase, entre otros planteos.
El 25 de febrero realizó una denuncia ante Unidad Especializada en Violencia Familiar y de Género II, a cargo del fiscal Gerardo Salas. “Inmediatamente, la madre (del acusado) se comunica conmigo y me pide que retire la denuncia porque su hijo era inofensivo, que tenía ciertos problemas”, recordó.
Siempre de acuerdo a su relato de la mujer, a partir de ahí se habría producido algunos hechos y los vincularía con el hostigamiento del joven. “Entró gente a mi domicilio, me jaquearon cuentas. Ingresaron personas, supuestamente, con uniformes truchos. El administrador verificó que no era cierto que pertenecían a las empresas (de servicio), ya que tienen horarios pactados de visita. Estaban fuera de horario. Además, insistían mucho para poder entrar. Uno de ellos logró hacerlo, cuando yo no estaba”, enfatizó.
Florencia dijo que “nunca se presentó, no tuvo contacto físico” con el entonces sospechoso. “Cuando fui a plantearle al fiscal todos esos actos de hostigamiento, me respondió que mientras no sea el propio acusado quien se acercara a mí, estaba atado de pie y manos. A la vez me sugería que tramite la portación de armas como medio para protegerme”, señaló la joven, quien además criticó al funcionario judicial “por el trato”.
La Fiscalía dispuso custodia policial, que se mantiene hasta ahora en el edificio de la víctima por disposición judicial. También dispuso el archivo de la causa, ante los resultados de las medidas procesales.
“El fiscal decide archivar la causa, argumentando que no hay riesgo alguno. A partir de ese momento, la situación empeora. Vinieron a buscarme a la casa con nombre y apellido dos personas desconocidas. Me agregan en Instagram con mensajes muy perturbadores de fallecidas, cajones de muertos, imágenes de mujeres golpeadas”, dijo la joven, quien agregó que estaba “bajo tratamiento por miedo” y asistencia por parte del equipo de "Derechos Humanos y Violencia de la Municipalidad" de la capital, entre otras referencias.