Nuevos operativos de rastrillajes se realizaban hoy para continuar con la búsqueda de Guadalupe Lucero, la niña de 5 años que desapareció hace una semana en el barrio 544 Viviendas, ubicado en la zona sur de la capital San Luis.
Durante el día se prevén rastrillar 15 sectores, principalmente en la Ruta 3 hacia el sureste al cerro El Lince, en la zona oeste de San Luis y en Potrero de los Funes.
Desde las últimas horas del lunes de la semana pasada, se fueron desplegando diversos operativos policiales y la provincia recibió la colaboración de profesionales y efectivos del país y zonas aledañas para encontrar a la niña.
Sin embargo, pese a los esfuerzos, ninguna pista firme apareció hasta hoy que pueda abonar una hipótesis firme sobre su desaparición.
Ayer, la inteligencia policial volvió sobre sus pasos en la investigación y se desplegaron nuevos operativos en la zona donde desapareció y, sobre la tarde, los rastreos se extendieron a la localidad de Potrero de los Funes, ubicada a 20 kilómetros de esta capital, un centro turístico que posee un lago en cuyas inmediaciones se realizaron rastrillajes.
Se trata de nuevas medidas para dar con el paradero de la niña, quien fue vista por última vez el lunes pasado cerca de las 19.30, cuando jugaba con otros niños y niñas durante el cumpleaños de su tía.
Emma, una prima de la Guadalupe, dijo que se había ido con una mujer de características físicas similares a las de una de sus tías, que tiene 20 años.
Esta es la principal hipótesis sobre la que se basan los investigadores para realizar la búsqueda.
El sábado, la mamá de Guadalupe, Yamila Cialone, concurrió al Poder Judicial porque el juez de Instrucción Penal N°2, Ariel Parrillis, quien tiene a su cargo la causa, dispuso realizar Cámara Gesell a los niños y niñas que jugaban con Guadalupe el día de su desaparición.
Por su parte, el padre de la niña, Erik Lucero, solicitó ampliar su declaración testimonial para aportar un nuevo dato que le había llegado telefónicamente durante la mañana y que creó expectativas de un giro en la investigación.
Además, en el marco de la búsqueda de Guadalupe fue puesta en vigencia la denominada "Alerta Sofia", renovada cada 24 horas, y se fijó una recompensa de 2 millones de pesos para quien aporte datos certeros sobre el posible paradero de la niña .
Por otro lado, se introdujo la hipótesis de la trata de personas en la búsqueda, pero nada dio resultado hasta le fecha en ese sentido.
A medida que pasaron los días, profesionales bomberos de cuarteles de San Luis, Mendoza, Córdoba, San Juan y La Pampa se unieron a la búsqueda, en forma coordinada con la Policía de San Luis, con su canes y un sistema de drones para "peinar" los territorios de búsqueda.
Los operativos involucran a más de 400 policías en la calle, se han producido allanamientos en varios barrios de la capital puntana, y se controlaron además los pasos fronterizos, medida que los abogados de la madre y padre de Guadalupe consideraron "tardía" ya que la pequeña despareció en un barrio aledaño a la Autopista de la Serranías Puntanas que vincula a la provincia con sus pares limítrofes.
La búsqueda de Guadalupe cambió la fisonomía de la ciudad de San Luis, signada ahora con presencia policial permanente en las calles y allanamientos, tanto en el centro como en los barrios periféricos.
Guadalupe es tez trigueña, tiene cabello lacio, por debajo de los hombros, un lunar en la mejilla izquierda, y al momento de su desaparición vestía una campera parca negra con capucha, buzo rosa y llevaba botas negras. Cualquier dato, comunicarse al 0800-333-5500.