19 Junio 2021
ALEMANIA. Reclaman la flexibilización de los horarios en las aperturas de los comercios. FOTO DE REUTERS.
El Instituto Alemán de Investigación Económica reclamó este sábado al Gobierno de Alemania flexibilizar los horarios de apertura de los comercios, ante los problemas que atraviesan numerosos minoristas.
"Se necesita con urgencia una liberalización de los horarios de apertura de los negocios, para que los minoristas puedan afirmarse en la competencia ante el comercio online y puedan asegurar los puestos de trabajo", dijo Marcel Fratzscher, presidente del organismo.
En esta línea, advirtió que el desplazamiento hacia el comercio online en el marco de la pandemia de coronavirus ya no se revertirá por completo.
Fratzscher considera que el ámbito político está obligado a brindar condiciones justas para la competencia comercial.
El presidente del DIW aclaró que esto no puede implicar que las personas no puedan comprar 24 horas al día y siete días a la semana online, sino que el comercio físico tiene un "estrecho corset" y además debe permanecer cerrado los domingos.
"En lugar de sanciones o tasas al comercio online, la política debe hacer más atractivo el comercio físico", dijo el economista.
Esta semana, la Federación Alemana de Comercio (HDE, por sus siglas en alemán) había vuelto a reclamar ayuda para hacer frente a las pérdidas en la facturación.
El director ejecutivo de la HDE, Stefan Genth, manifestó al diario "Frankfurter Allgemeine": "En el corto plazo, justamente con la mira en este fuerte reinicio tras la pandemia, debería habilitarse a todos los minoristas a que al menos los domingos restantes de este año puedan mantener sus puertas abiertas para todos los clientes".
Si bien el comercio minorista pudo incrementar sus ventas durante 2020 como hacía tiempo que no sucedía, el auge tuvo lugar principalmente en el negocio online.
Por ejemplo, el consorcio estadounidense Amazon facturó en Alemania 25.000 millones de euros (casi US$ 29.600 millones), 30% más que en 2019.
Los minoristas de alimentación y los mercados de muebles y bricolaje también redondearon buenos negocios; en cambio, el comercio textil se sumió en una profunda crisis.
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