Un millonario botín robó una banda de “boqueteros” en la madrugada de ayer en cinco locales de una galería del microcentro que tiene salida por Junín, Mendoza, Maipú y San Martín, en el corazón del microcentro y de la city bancaria. Los mayores perjudicados fueron los dueños de una joyería y los de una financiera.
Ante este hecho, Liliana Leiva, concejala de Fuerza Republicana en la capital, criticó esta mañana al ministro de Seguridad de la provincia, Claudio Maley por "el avance incontrolable de hechos delictivos que se viven día a día en Tucumán".
A través de un escrito, la edil puso: "si bien no es nada nuevo y raro ver y leer noticias sobre inseguridad en nuestro municipio y provincia, a veces roza lo ridículo y poco creíble. Me refiero específicamente al insólito robo que sufrieron los negocios de una galería ubicada en el corazón del centro y la city bancaria. Este hecho demuestra a las claras la falta de prevención, control y plan que por parte del estado debería haber para brindar seguridad".
Luego, agregó: "Sin ser una erudita en el tema, y viendo la información sobre el hecho, no logro comprender cómo nadie escuchó nada. Si encontraron discos de corte, demuestra a las claras que utilizaron herramientas. ¿Nadie vio a los delincuentes retirarse del lugar? ¿Y las cámaras de seguridad de la zona? ¿No patrullan los policías? ¿Las alarmas? Demasiados interrogantes".
Por último, Leiva escribió: "El estado está totalmente ausente, con un Ministerio de Seguridad que carece de todo tipo de ideas y proyectos para lograr frenar el avance de los delitos, situación que tanto aflige a la ciudadanía. Qué esperar, si roban con total impunidad y desparpajo en los lugares donde supuestamente hay mayor seguridad, ni imaginar en barrios aledaños. Mi preocupación es fundada como ciudadana común y como funcionaria municipal, que se encuentra totalmente abocada a la seguridad, a través de propuestas y proyectos sobre el particular".
El hecho
Según los primeros indicios de la investigación, al menos cinco delincuentes habrían ingresado primero a un edificio lindante y desde allí habrían pasado a la terraza del centro comercial. Minutos después de la media noche, se valieron de toda clase de herramientas para hacer un boquete en el techo y en una reja de hierro para acceder así a los comercios y oficinas de la planta alta.
Los ladrones recorrieron las instalaciones y pintaron con aerosol las cámaras de seguridad para no ser reconocidos. Luego utilizaron amoladoras para violentar las cajas fuertes y así hacerse con el botín. Una mujer que estaba encargada de la seguridad de la galería quedó en la mira dado que declaró que se había quedado profundamente dormida y que no había advertido ningún ruido sospechoso.
A los investigadores eso le llamó la atención dado que sospechan que los delincuentes estuvieron varias horas en el lugar y que debieron haber generado un ruido considerable, ya que rompieron vidrios y usaron amoladoras.