13 Junio 2021
EL VELORIO. Centenares le dieron el últimos adiós a “Checho” Juárez. la gaceta / fotos de Osvaldo Ripoll
El asesinato de Sergio “Checho” Juárez enlutó a toda Concepción. La muerte de este apasionado del deporte, arquitecto, guía de montaña generó indignación y dolor en sus amigos y conciudadanos que decidieron darle el último adiós.
El velorio de Juárez empezó pasado el mediodía de ayer y la gente que lo quería se fue acercando lentamente. A la tarde ya era una multitud la que se acercó hasta la sala velatoria para llorar su muerte.
“Hace 20 años que soy amigo de él, nos unía el turismo. Siempre nos juntábamos a ver cómo potenciar el turismo, él de Concepción y yo de Tafí del Valle”, dijo a LA GACETA Daniel Carrazano, que bajó desde la villa turística apenas se enteró del hecho.
Y agregó: “fue devastador porque no esperás que la vida te sorprenda así. Lo que pasa con el coronavirus es una cosa terrible de todos los días, ahora esto es diferente porque se trata de la mugre que tiene alguien con una personalidad maléfica”.
LA VÍCTIMA. El arquitecto Sergio “Checho” Juárez.
Juárez tenía un sentido de pertenencia enorme por Concepción, y por la geografía del sur tucumano. “Mi lazo de amistad con él comenzó compartiendo el gusto por Laguna del Tesoro que es un verdadero paraíso”, indicó Pablo Ojeda, médico amigo de Juárez.
“En tiempos de pandemia es una complicación morirse por coronavirus, pero la inseguridad que hay en Concepción es otro factor de riesgo. Salís a caminar y no sabés si vas a volver”, aseguró Ojeda, que estaba trabajando en su consultorio cuando el teléfono no paraba de sonar y se vio obligado a atender ese llamado que llegaba para darle la peor noticia: su amigo acababa de ser asesinado a tiros en el camino que tantas veces habían recorrido juntos para hacer ejercicio.
Querido por todos
Cientos de personas fueron al velorio de Juárez, al punto de ocupar toda la cuadra de 24 de Septiembre al 1.600, lugar donde estaba la sala donde velaron su cuerpo.
Entre los presentes estaban sus familiares, amigos, vecinos, compañeros del club Huirapuca donde cumplió distintos papeles y del deporte, y hasta la presencia de políticos, incluido el propio Roberto Sánchez, intendente de Concepción y amigo personal de Juárez.
Tanta gente quería a la víctima que la vereda donde estaba la sala velatoria fue rodeada por más de 20 coronas de flores.
“No había nadie que no lo quisiese”, dijo el dueño de un bar ubicado frente a la plaza Mitre. “Era un tipo muy bueno, boy scout, deportista, no se merecía haberse ido así”, se escuchaba entre sollozos durante el velorio.
El único hijo de Juárez que pudo estar presente ayer (los demás llegan de Estados Unidos el lunes) apenas podían ocultar sus lágrimas para agradecer el pésame que recibía casi de manera constante de quienes llegaban al velorio. Rodeado de amigos que lo acompañaban en su dolor, el joven prefirió no hablar con la prensa.
El entierro fue postergado hasta el martes para que pueda ser presenciado por el resto de sus hijos, que conocieron la noticia estando en Estados Unidos.
LA VÍCTIMA. El arquitecto Sergio “Checho” Juárez.
Lo más popular
