Ha comenzado la época de poda de árboles, que habitualmente se lleva a cabo entre junio y agosto. Y como cada año, el trabajo municipal suscita polémica.
En diálogo con LA GACETA, Pedro Buiatti, presidente de la Asociación Amigos del Árbol, advirtió sobre la poda desmedida, porque da lugar a que entren organismos perjudiciales para las plantas. “Esto se puede ver normalmente con los ahuecamientos de los árboles, que son producto de las malas podas que se hicieron hace tiempo”, remarcó.
Por su parte, Valeria Amaya, subsecretaria de Espacios Verdes, explicó que ante la falta de capacidad operativa para cumplir con la demanda de solicitudes de los vecinos, se termina autorizando a estos a realizar las podas.
“Entre junio y octubre es la época más fuerte de poda de todos los árboles, que se determina en base a la capacidad operativa nuestra y a razón de que el árbol tiene un desprendimiento natural de hojas y sus ramas desvirtúan su figura, por eso se hace una poda ornamental”, explicó la funciona, y agregó: “En estos meses todo el mundo se dedica a podar. Nosotros intensificamos esta tarea, pero también el vecino intensifica el pedido y la poda particular”.
En el caso de una poda de emergencia, en la que se necesita además la intervención de una grúa, el procedimiento se acelera y pasa directamente al área operativa, que se encargará de finalmente realizar el trabajo.
“Si la poda no procede, no es urgente o si tenemos muchos pedidos, el vecino solicita la poda, se realiza la inspección técnica y se espera que el vecino se acerque a consultar la resolución de su caso”, advierte.
Amaya estima que las solicitudes -no urgentes- tienen un tiempo de respuesta que ronda, por lo menos, los 30 días. Existen casos “excepcionales” donde la demora supera el año.
Licitaciones
“Recibimos muchas solicitudes sobre gomeros y eucaliptos, los gomeros son especies que están prohibidas por ordenanza porque hace daño bajo las raíces. Lamentablemente, como sabemos que hacen un daño muy importante en los domicilios y nos ocupa mucho tiempo de trabajo –por cada gomero podemos trabajar 10 árboles de otras especies-, lo que hicimos fue una licitación para trabajar con esta especie en particular. De forma similiar ocurre con los ficus”, indicó la funcionaria.
Añadió: “Tenemos unos 40 expedientes diarios de arbolado aproximadamente. La mitad son de pedidos de poda y, de esos 20, el 50% son casos donde la poda no está justificada”. “Multamos a los vecinos que hacen una mutilación del árbol, porque recibimos denuncias que se ha realizado un trabajo de poda dejando el ejemplar sin nada de ramas, prácticamente para realizar extracción”, afirmó.
Recordó que la repartición recomienda a los vecinos sobre qué ejemplares conviene plantar en las veredas. “Los que más aconsejamos son los crespones, bauhinias o fresnos”, remarcó.
Cuestionamiento
Según Buiatti, la norma establece que los árboles que se encuentran en calles, paseos públicos son patrimonio de la comunidad sin importar quien los plantó y por lo tanto quedan bajo exclusiva potestad administrativa de la municipalidad capitalina”.
“Hace falta alertar a la población que la única habilitada para realizar la poda es la Municipalidad. Por eso, el vecino se debe abstener de realizarla por su cuenta o de contratar a gente común para que la realice porque estas personas no están capacitadas ni utilizan las herramientas aptas”, subrayó.
Entre los causales de poda, la ordenanza vigente enumera los siguientes casos: ramas que afecten los servicios públicos, ramas que causen daños o produzcan peligro de daño a la propiedad privada, ramas que afecten la libre circulación de vehículos o peatones, entre otros.
Asimismo, se recuerda que un árbol, al ser plantado, el propietario frentista “queda automáticamente responsabilizado de ofrecer los cuidados necesarios para su crecimiento”. Eso incluye realizar el riego, desbrote, protección contra depredadores, limpieza de tazas, etcétera.