Leonardo Bastida - Red Latinoamericana de Periodismo en VIU
Los medios de comunicación tuvieron un papel importante en la construcción del imaginario colectivo sobre el virus. Desde un principio, calificaron la infección como “enfermedad de homosexuales”, y reprodujeron de manera masiva expresiones como “síndrome de inmunodeficiencia gay” y “cáncer rosa”, generalizadas durante los 80. Y por esa razón, muchas personas no se cuidaban: asumían que era un problema de hombres homosexuales, y a que ellas y ellos no les iba a pasar nada. Esa información era totalmente falsa, pero predominó por muchos años. También igualaron el VIH con la muerte, y las imágenes “preferidas” mostraba personas en etapa terminal, con lo que generaron una cultura de miedo y de estigma social.
Lo más grave es que ese discurso prevaleció a pesar de los cambios importantes derivados de los avances científicos, el principal de ellos, que los esquemas antirretrovirales permiten a quienes viven con VIH tener un período de vida similar al de cualquier otra persona.
Ausencia de autocrítica
Pero poco han reflexionado los medios de comunicación al respecto; incluso, muchos se han negado a cambiar su forma de abordar el tema o no se han actualizado. De manera excepcional, en 2018, el New York Times pidió perdón por no haber cubierto el tema hasta 1983, dos años después de haberse detectado los primeros casos en Estados Unidos. Excepcionalmente también, el número especial publicado en mayo de 2018 en la revista T del diario neoyorquino reconoció que hubo homofobia por parte de los editores que dieron seguimiento al tema, además de mucha ignorancia y falta de interés.
A 40 años de los primeros casos, es indispensable pensar en el rol que juegan los medios de comunicación en el tratamiento de la información y las formas en las que lo hacen, pues las cifras de nuevas infecciones aún son altas, y una de las mejores herramientas para contrarrestarlas es la información correcta y clara.