Por el momento, las restricciones a la exportación de carnes no serán levantadas. El gobierno conformará una mesa de trabajo, con el objetivo de evaluar una salida al conflicto y, de ese modo, poner fin a la medida que generó un cese de comercialización por parte de la Mesa de Enlace.
Los esfuerzos del Gobierno se centran no solo en contener el precio de la carne en el mercado interno, sino también asegurarse el normal abastecimiento y, en paralelo, en controlar con lupa las maniobras distorsivas que ocurren en la cadena de ganados y de carnes.
Mientras tanto, los frigoríficos exportadores continúan presentando propuestas para que se amplíe el volumen de kilos a precios subsidiados que vuelcan al mercado interno. La respuesta del Gabinete económico fue, sin embargo, que necesitan un compromiso más profundo del sector. El Gobierno pretende sumar entre 18.000 y 20.000 toneladas al mes a su programa de cortes a precios populares. Solo de ese modo levantaría la medida. La industria ofrece un monto menor. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, justificó la decisión del Gobierno nacional de cerrar la exportación de carnes con el objetivo de bajar el precio de ese alimento y que, según advirtió, en el último año aumentó el 65%.
La tarea por delante es la de desacoplar ese precio internacional que presiona sobre la mesa de los argentinos, independientemente de que sean los mismos cortes. Además, sostuvo que la intención del Gobierno es que continúe siendo la Argentina una potencia exportadora, pero que eso no ponga en crisis el acceso a comer carne de los argentinos.