Y un día rompió el silencio. Lucas Gordillo, uno de los acusados del crimen de Pablo Mariotti, resolvió contar su versión de los hechos. En una declaración ante la fiscala Mariana Rivadeneira, que duró más de una hora, acusó a Yamil Salis como autor del homicidio del joven. Señaló que él tuvo responsabilidad como encubridor y despegó a otros tres imputados del hecho, entre ellos su pareja, Solange Manzanarez Beltramino.
“En su declaración ampliatoria Gordillo negó el delito de que se le acusa y manifestó que relataría toda la verdad de cómo sucedieron los hechos. Brindando una versión clara, precisa y detallada de lo sucedido como así también cuál era la relación y la participación de los actores en el hecho”, resumió el defensor del acusado Ernesto García Biagosch. En la fiscalía que dirige Rivadeneira, sin embargo, hicieron un balance completamente diferente de sus dichos.
Gordillo fue detenido el mes pasado después de haber permanecido prófugo de la Justicia durante casi 15 meses. En su primera presentación, se negó a declarar. El profesional que lo asiste había dicho que lo haría cuando conociera la causa.
Cumplió con su promesa y lo hizo el miércoles, pese que a la fiscala ya había solicitado su enjuiciamento por el crimen. Su declaración fue tan larga que vale la pena resumirla en cinco puntos clave:
1.- Relaciones
Gordillo narró que con Mariotti se conocían desde que eran niños y hasta que empezaron con el negocio de préstamos de dinero en noviembre de 2019. “Esa no era mi actividad principal, sino que él tenía una agencia de seguridad y puso en esa época $ 100.000 para que empezáramos a prestar juntos”, indicó. “La relación que teníamos era laboral y no del día a día”, agregó.
Aclaró que su vínculo con Salis era diferente. “Éramos muy amigos. Nos veíamos casi todos los días y comencé a quererlo como si fuera un hermano menor”.
Gordillo también relató cómo se conocieron la víctima y Salis, el joven que dio las pistas precisas para que se esclareciera el hecho. “Hacía asados para los muchachos de la vigilancia y a veces invitaba a algunos amigos. Ellos se conocieron y comenzaron a entablar una relación porque hablaban de operaciones en la bolsa de mercados. No eran amigos: se vieron un par de veces más”.
2.- El móvil
El imputado explicó que Salis pretendía firmar un contrato de alquiler con opción a compra de una propiedad que la víctima poseía en la calle Cuba. “Mariotti me había pedido que vaya como intermediario para acercar las partes. Él tenía ganas de hacerlo, pero estaba con sus dudas sobre si (Salis) iba a poder cumplir con el acuerdo”, declaró.
El defensor señaló que Gordillo deslizó que Yamil tendría como modo de vida delinquir y que inclusive consiguió el dinero para ingresar a la vivienda de la calle Cuba mediante “el robo de la camioneta de su primo hermano, de un Fiat Palio de la madre que lo hacía trabajar como taxi, y de una camioneta que había sustraído en el Mercofrut”.
3.- El crimen
Gordillo indicó que concurrió al encuentro que se había programado para el 5 de febrero de 2020 y, después de que tocara el timbre, fue atendido por Salis, lo que le llamó poderosamente la atención, ya que consideraba que no tenía la confianza necesaria para hacerlo. “Noto que estaba la casa toda dada vuelta, desordenada, y le pregunto qué había pasado. Él sólo me insistía para que pase. Lloraba, estaba nervioso, sobrepasado por la situación”, declaró ante la fiscala Rivadeneira. “Cuando entro a la habitación descubro el cuerpo de Mariotti. Estaba en el suelo, boca abajo, atado y con sangre. No pude ni acercarme, sólo vi eso”, agregó.
El acusado dijo que Salis le había explicado que un amigo de Mariotti le había mandado un mensaje para decirle que lo iría a visitar. “Le respondió que Mariotti estaba conmigo y que cuando se desocupe, lo iba a hablar. Le pedí que me mostrara el teléfono para saber si era verdad y si eso había puesto. Desde ese momento comenzó a amenazarme y, como ya me había involucrado, no podía abandonarlo”, agregó.
“Salís tenía para entonces preparada una valija con cosas adentro. La tenía desde que llegué. Solamente me dijo que aparte de cosas materiales, tenía papeles de propiedades y que sus familiares tenían contactos para quedarse con ellas”, especificó.
“Luce prístino el relato de Gordillo. Es bastante más verosímil que el de los sicarios cordobeses, en connivencia con mi defendido, teoría que plantó Salis al emitir su declaración de imputado”, opinó García Biagosch.
4.- La trama
El acusado destacó que a partir del 6 de febrero comenzaron a planear como tratarían de encubrir el caso. Según su testimonio, él se haría cargo de sacar la moto de Mariotti (fue encontrada al frente del ex arsenal); y Salis, del cuerpo. “Después me pidió ayuda para que saque el cuerpo. De la desesperación que tenía, cavó un pozo en el fondo de la casa que la víctima tenía en el pasaje Zuviría”, relató.
En este momento de su declaración involucra a Rolando “Roly” Morán, otro de los imputados en la causa. “Le explico mi situación y le pido que me ayude porque a Yamil ya no lo veía cuerdo. No se daba cuenta del problema en el que estaba metido ni que me había arrastrado a mí. Quedamos en ir los tres a la casa de Mariotti a retirar el cuerpo esa misma noche”, aclaró.
En su declaración, Gordillo develó uno de los misterios de la causa. Dijo que una vez que sacaron el cuerpo, Salis regresó con un bidón de nafta que roció en varias partes de la vivienda y luego prendió fuego para, según les dijo, tapar las huellas que podrían haber dejado. Por pedido de la fiscala, los bomberos de la provincia intervinieron y determinaron que el incendio no había sido intencional, pero los peritos de la Policía Federal señalaron que sí. La contradicción quedó ahora resuelta.
Gordillo aseguró además que los tres convinieron en encontrarse en una vivienda del sur de la ciudad que era de Salis y que, cuando llegaron, se encontraron con que el cuerpo ya había sido enterrado.
5.- La fuga
“Mi defendido indicó que los días posteriores intentó sobrellevar toda esta situación y disimular ante Solange lo que había sucedido. Ella no sabía nada sobre lo que estaba pasando y él le mintió a su pareja acerca de un viaje laboral a Salta”, indicó García Biagosch. “Le mentí eso porque mi cuñado y mi hermana estaban por quitarme la empresa de seguridad”, indicó. Se refirió a Cecilia Gordillo, la mujer que presentó a la Justicia los primeros indicios para que comenzara a resolverse el crimen.
“Lo único que hice fue encubrir a Yamil hasta el punto que me termine ensuciando. Morán también lo hizo, pero se enteró tres días después, cuando le pedí que me ayudara. Solange, Escudero y Manrique nunca supieron nada de nada”, concluyó.
Otro balance: satisfacción en la fiscalía
Las declaraciones realizadas por Lucas Gordillo fueron celebradas en la Fiscalía. “Lo único que hizo es confirmar nuestra teoría. No imputamos a nadie del homicidio, sino que dijimos que se había montado un plan para acabar con la vida de la víctima para apoderarse de sus bienes. Y eso es lo que confirmó el sospechoso”, explicó una fuente de la oficina que conduce la fiscala Mariana Rivadeneira. El imputado no realizó ningún pedido especial para que se realizaran nuevas pruebas, por lo que el caso, que ya está elevado a juicio, no se modificará en lo más mínimo. Sólo queda resolver los planteos de nulidad que realizaron los defensores de los otros acusados.
Datos esclarecedores
Lucas Gordillo despejó una de las grandes dudas que existían en el caso. Pablo Mariotti fue asesinado en su casa de barrio Sur.
El móvil del crimen, tal como lo había sostenido la fiscala Mariana Rivadeneira, fue económico. Querían quedarse con los bienes de la víctima.
Gordillo confirmó que incendiaron la casa para borrar evidencias. Dijo que Salis llevó un bidón con nafta para iniciar el fuego.
El acusado señaló a Salis como el autor. Según sus dichos, Morán y él encubrieron; y despegó a Solange Beltramino, Ramón Manrique y José Escudero.