En Salta imputaron a un camionero que venía hacia Tucumán con casi 23 kilos de cocaína, que estaba oculta en el vehículo entre un cargamento de fruta usado como camuflaje. Esa mercadería fue donada a los merenderos para beneficiar a casi 1.000 personas, entre ellas 600 niños.
La droga estaba oculta en barriles en la caja del camión y fue detectado por un perro de la Gendarmería Nacional. El Juzgado Federal de Garantías N°1 de Salta formalizó la investigación penal, en la cual la fiscal subrogante Paula Gallo, del Área de Atención Inicial de la Unidad Fiscal Salta, imputó el delito de transporte de estupefacientes a un camionero detenido días antes con casi 23 kilos de cocaína.
Los peritajes
La representante del Ministerio Público Fiscal solicitó al magistrado la prisión preventiva del acusado, medida que fue aceptada por el juez, quien también dio por formalizada la investigación penal y autorizó peritajes pendientes requeridos por la fiscalía.
La fiscal Gallo llevó adelante gestiones a fin de que el cargamento, compuesto de 72 cajones de naranja, 220 bolsas de limones y 65 cajas de pomelos que transportaba el camionero sea donado a merenderos locales en beneficio de la comunidad.
En El Naranjo
El hallazgo se produjo en un control de la Gendarmería Nacional, en el puesto fijo ubicado en El Naranjo, en Rosario de la Frontera, en el sur de Salta. Al evaluar que, ante el paso de los días, el cargamento de cítrico entraría en estado de descomposición, la fiscal dispuso la donación de la fruta a instituciones benéficas que puedan hacer un uso adecuado de la mercadería.
Los cítricos fueron enviados a cuatro entidades locales que atienden con alimentos a personas necesitadas. El camión Iveco, tipo tracto y semirremolque procedía de Orán y se dirigía a Tucumán. Ante el control, el conductor presentó la documentación vehicular y el remito en el que se constataba el transporte de la fruta.
Un perro
Se solicitó al conductor que trasladara el rodado al playón que la fuerza posee en el lugar para un control riguroso, a lo cual el chofer accedió voluntariamente e incluso colaboró para remover uno de los pallets. Ello permitió extraer los dos barriles de chapa metálica.
Ante presencia de testigos, un can detector de narcóticos marcó los recipientes, por lo que se procedió a quitar la tapa y se descubrió una bolsa con 22 paquetes rectangulares.