Las internaciones de chicos con coronavirus han aumentado en los últimos días en el Hospital de Niños de Tucumán, revela su directora, Cristina Alabarce. "En este momento estamos trabajando con muchos ingresos", añade. No obstante, no solo los casos de covid-19 están tensando a esa institución, sino también la suba pacientes con patologías respiratorias, como la bronquiolitis. En ambas enfermedades -destaca la doctora- los agravamientos requieren de asistencia respiratoria mecánica, lo cual añade una dificultad extra.
"Estamos con nuestras unidades de terapias intensivas e intermedias con una ocupación de un 90 % a 95 %", remarca Alabarce. Además, advierte que en los cuadros de coronavirus que allí se están tratando no necesariamente se trata de menores con comorbilidades, sino previamente sanos. Empero, los empeoramientos sí ocurren, por lo general, en chicos con otras patologías.
En cierto modo y desde la mirada sanitaria, la no presencialidad en los colegios servirá para hacer un corte en la frecuencia de transmisión de las enfermedades respiratorias, evalúa la médica. "El año pasado en ningún momento llegamos a pensar en una saturación de las internaciones. Pero ahora tenemos chicos con covid, chicos con bronquiolitis y chicos con politraumatismos debido a accidentes de tránsito", describe.
Pese a todo, no se han reportado inconvenientes con la medicación sedante, la intubación, provisión de oxígeno ni distribución de respiradores.
Sin presencialidad
El dictado de clases en Tucumán se mantendrá de modo virtual durante una semana más, según anunció ayer el ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer.
“La medida responde a las recomendaciones realizadas por el Ministerio de Salud en virtud de que la provincia se encuentra en alerta epidemiológica, además de la recomendación de los expertos que integran el Observatorio del Regreso Presencial a las Aulas”, comunicó la cartera educativa.
El ministro señaló que el país está casi en su totalidad sin clases presenciales por la fuerte suba de casos de covid-19 que hubo en las últimas semanas, que es una consecuencia del mal comportamiento social y que los principales aglomerados urbanos están en alerta por los cambios radicales que hubo en los índices epidemiológicos.
“Hay un consenso mayoritario a nivel nacional sobre la necesidad de esperar a que los índices bajen y permitan retomar lo antes posible la presencialidad. Hay que apoyar al sistema de salud, a la gente que están peleando en la primera línea de batalla y evitar a toda costa un colapso”, explicó Lichtmajer.